Aldair Perleche Romero es chalaco de nacimiento y ha tenido la oportunidad de alternar en importantes clubes del país como Ayacucho, Cienciano y Alianza Atlético . Es más, gracias a su esfuerzo y dedicación pudo salir de los complicados momentos que le tocó vivir. También con el apoyo de su padre, Ramón, quien fue futbolista.
El 2020, en plena pandemia, jugando en Cienciano, sufrió una grave lesión que lo alejó toda la temporada y temía no regresar. Ahora, el defensor de 26 años es uno de los altos valores de Alianza Atlético, que está entre los cinco primeros de la Liga 1.
—¿Dónde naciste?
— En el Callao y estudié en el Maristas.
—¿El fútbol siempre fue tu pasión?
—Desde chico tenía el ADN del fútbol, porque mi padre fue futbolista. Participé en Adecore y la secundaria (tercero a quinto) la pasé en la selección peruana.
—¿Siempre te gustó ser defensor?
—Cuando estaba en Bolognesi era volante de marca, luego en Bentín jugué también de central. Pero cuando el profesor Juan José Oré me convoca a la selección sub-20 me hizo jugar de lateral.
—¿Te apoyó mucho Jota Jota Oré?
—Sí. Fíjate que hacía los dos equipos y yo no aparecía, porque el puesto de central estaba cubierto. Fue así que aparecí de lateral y hasta ahora estoy jugando en esa posición.
—¿Cuándo fue tu debut profesional?
—El 1 de marzo del 2014, en el Aurich, contra León de Huánuco y ganamos 3 a 2, con tres goles de Germán Pacheco. De lunes a miércoles entrenaba con la selección en la Videna y en seguida viajaba a Chiclayo. Un día me llama el profesor Luiggi (asistente de Roberto Mosquera) y me dice: “Vas a jugar”. Yo me sorprendí, y me dice: “Tranquilo, vas a debutar en el primer equipo”.
—Mosquera es quien te dio el empujoncito entonces.
—Ese año jugaba por la bolsa de minutos, pero el 2015 el Gato Cuba se termina yendo a la ‘U’, y el profesor Mosquera me dice que le habían dicho que lleve otro lateral y él respondió que no, que yo sería su lateral.
—Tu camino futbolístico ha sido en el norte y en altura.
—Estuve cinco años en Aurich, luego fui a Ayacucho FC, Cienciano y ahora en Alianza Atlético de Sullana.
—La vez que estabas en Ayacucho FC se decía que te quedarías muchos años, pero sorprendió tu pase a Cienciano.
—Mi representante me dijo que lo pensara, que Cienciano es un equipo con historia. No me arrepiento de esa decisión, aunque no puedo negar que me hubiese gustado quedarme en Ayacucho FC por su gente y por el trato.
—Pero en Cienciano no te fue como esperabas, ¿no?
—El año que voy me terminé rompiendo el tendón y me perdí todo el 2020, pero aún así me renovaron, me trataron muy bien y continué el 2021 y pudimos clasificar a la Copa Sudamericana.
—¿Pensaste que con esa grave lesión se acababa tu carrera?
—Te pasan un montón de cosas por la cabeza, cosas que pueden pasar, que quizás no regreses bien y otras más. Felizmente terminé el año de mi lesión entrenando.
—¿En qué partido fue tu lesión?
—Con Universitario. Fueron momentos difíciles que me tocó vivir desde ese día, porque el fútbol es tu pasión y no puedes jugar. Pude manejar la depresión yendo al club constantemente para seguir mi terapia.
—La fatalidad te siguió el 2021, saliste en ambulancia en un partido contra Melgar…
—El incidente fue en Matute cuando nuestro portero Ferreyra sale a despejar y me lleva de encuentro, terminé tendido y me sacaron en ambulancia. Me lesioné el hombro.
—¿Haces caso a las redes?
—¿Por qué lo dices?
— En una ocasión, este año, te hicieron leña después del partido que Alianza Atlético le ganó a Alianza Lima.
—Al comienzo me molestaba, ahora me río. Esos hinchas parecen olvidar que en la época de Bengoechea Alianza jugaba muy duro, golpeaban y no decían nada.
—¿Cómo haces para mantener la línea?
-Tengo la genética de mi padre que es flaco, además trabajo con la nutricionista del club aparte. Eso sí, no me pierdo mis platos favoritos, ceviche de conchas negras y arroz con pollo.
—Alianza Atlético está superando las expectativas en la Liga 1, ¿qué dices tú?
—Empezamos como el patito feo que no iba a sacar buenos resultados y nos gusta que nos subestimen. Alianza Atlético tiene un equipo nuevo, que tiene un técnico como Mario Viera, que te pide siempre más.
—Pero no puedes negar que el aliado de ustedes es el calor.
—A nosotros también nos afecta. En todo caso, lo mismo sucede cuando se tiene que ir a ciudades de altura. Lo bueno es nuestra regularidad y el juego colectivo. El grupo quiere más.
Periodista de Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Vivo con el deporte y me gusta la música.