Zarela Quenta León
Llegó la hora de llamar a la cigüeña. De cambiar la pista atlética por los pañales. De encarar otro estilo de vida. Ahí está el trasfondo de la decisión de Inés Melchor (33 años), quien dejará de vestir la camiseta de atletismo. Aunque antes espera dejar su huella en Tokio 2021, su última aparición en los Juegos Olímpicos.
A fin de año saldrá el calendario oficial del 2021 que emitirá la Federación Internacional de Atletismo (IAAF). Luego recién podrá evaluar, con su entrenador, a qué competencia asistir para lograr la marca clasificatoria para los Juegos Olímpicos de Tokio. Maneja la opción de competir en Estados Unidos (en enero), Japón (en febrero), España (en marzo) y Corea (en abril).
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Mientras, aquí está la palabra de una de las mejores atletas peruanas de los últimos años, multicampeona sudamericana, bolivariana, iberoamericana y panamericana.
¿Te costó tomar la decisión de retirarte?
No, ya lo había pensado. El próximo año yo me retiro del atletismo; llegó la hora de empeñarme en otros ámbitos y cumplir proyectos personales y familiares.
Tu esposo está feliz con esa decisión…
Él está fascinado, por él yo ya estaría fuera del atletismo, pero siempre ha respetado lo que yo quiero hacer.
¿Quieres tener un hijo?
Sí, claro, me gustaría ser mamá. Es algo que tengo en mente, y que influyó mucho también a la hora de tomar la decisión.
¿Cuándo encargarás?
Creo que para el próximo año que deje el atletismo voy a estar en eso, ya hemos empezado a tomar los tratamientos.
El año pasado fue tu boda y la celebraste al estilo huancaíno (la palpa). ¿Cuál fue tu regalo más caro?
Los billetes. En la actualidad regalan más efectivo y ya no objetos como electrodomésticos. ¿El monto más grande? 8 mil soles de una sola persona.
Salió para el departamento…
Ja, ja, ja… Al final, es lo que cubre el matrimonio, porque una boda es una fuerte inversión.
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¿Y qué tal la vida de casada?
Gracias a Dios, me va bien, mi esposo es policía y no estoy con él en esta cuarentena porque él está a cargo de una comisaría en Junín y también patrulla las calles.
La cuarentena los separó…
Este año le tocó trabajar en Junín, cada semana nos veíamos, pero después de la cuarentena no puedo movilizarme, y él tampoco por su trabajo.
Hay mucha ansiedad…
Es difícil, todos los días estamos con el temor de que se pueda infectar y cualquier malestar que sentimos pensamos que puede ser coronavirus.
A parte de la maternidad, ¿qué harás cuando te retires?
Quiero volver a ejercer mi carrera de abogada y dedicarme un poco más a mi familia.
¿En qué especialidad de la abogacía?
Derecho registral. Voy a aprovechar el tiempo para hacer también algunos diplomados.
¿Pudiste disfrutar tus grandes momentos?
Sí, disfruté mucho los buenos y padecí mucho los malos.
¿Qué carrera te marcó?
Los Juegos Panamericanos Juveniles del 2001 en Argentina, ahí me di cuenta de que podía ser buena deportista, solo tenía que dedicarme a entrenar.
¿Te costó mucho ser una deportista de alto rendimiento?
Ha sido bastante sacrificado, y eso me llena de mucha alegría y orgullo.
¿Qué te falta conseguir en tu carrera?
Me gustaría llegar entre las 10 primeras en Tokio 2021, para eso me estoy preparando.
De todos los países que viajaste, ¿cuál te sorprendió más?
Corea del Sur, su cultura es diferente, lo ordenado y limpio que es allá, todo lo avanzado y moderno que son.
¿Qué te hace sentir feliz?
Cuando disfrutan estar conmigo y cuando son sinceras y me dicen las cosas como deben ser, por más duras que sean.
¿Algún vicio?
A mí me encanta dormir, mi mamá me dice que si alguien me pagara por dormir sería millonaria.
¿Has aprendido algo nuevo en esta cuarentena?
A cocinar, a preparar algunos postres, he aprendido porque necesitaba.
¿Y te gustó cocinar?
Nunca me ha gustado cocinar; antes, en vez de cocinar, yo prefería lavar o trapear.
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Algún consejo para los niños…
Decirles que practiquen cualquier deporte, porque eso ayuda a formarse como persona y cultivar valores.