PORTO ALEGRE. Holanda venció 3-2 a una sorprendente Australia por el Grupo B en un encuentro que quedará para el recuerdo y, junto a Chile, aseguró su clasificación a los octavos de final.
Lo sorprendente es que cuando todos creían que la “Naranja Mecánica” volvería a avasallar, los “canguros” jugaron como nunca y por poco se llevan los tres puntos.
El encuentro tuvo algo de dramático pues el zaguero holandés Bruno Martins cayó mal al césped ante la carga de Cahill y se le blanquearon los ojos. El técnico Van Gaal dijo que “sufrió una conmoción cerebral”. Robben, Van Persie y Memphis anotaron para los europeos, mientras que Cahill y Jesniack para los de Oceanía, que, ahora, como España, nada más deben jugar su tercer partido solo por cumplir.
SORPRESA TOTAL
El cotejo comenzó con la expectativa de lo que harían los pupilos de Van Gaal tras humillar 5-1 en su debut a España. Un marcador de escándalo. Por eso se pensaba que volvería a aplastar, esta vez a una modesta Australia, que en su debut perdió 3-1 ante Chile, pero la historia fue otra, los “canguros” por momentos fueron superiores y si sus delanteros hubiesen sido más efectivos se estaría hablando de una victoria del equipo de Postecoglou.
LOS GOLES
Robben definió con un balón cruzado que no pudo atajar el portero Ryan y abrió la cuenta a los 19’ del primer tiempo.
Pero los “socceroos” demostraron que estaban bien plantados en el partido e igualaron dos minutos después mediante Cahil (21’), quien definió fuerte y arriba para bombardear a Cillessen.
En el segundo tiempo, Australia se encontró con el segundo tanto a través de un penal ejecutado por Jedinak a los 9’.
Sin embargo, los holandeses igualaron con tanto de Van Persie, a los 13’, y Jedinak le dio el triunfo a los 23’ con un remate que encontró mal parado al meta australiano.
EL COMENTARIO
Dannys Jáuregui
Tres goles y seis puntos suma ya la nueva “Naranja Mecánica”. Ayer sufrió más de la cuenta para doblegar a una corajuda Australia, que vendió cara su derrota y que salió con la frente en alto del estadio Beira Río de Porto Alegre.
Se dice que cuando el juego colectivo no rinde los frutos esperados, se debe apelar a las individualidades para salvar la situación y hacia eso apuntaron los holandeses.
Nuevamente los Robben y los Van Persie tuvieron que aparecer en el momento preciso para aportar con su cuota goleadora y así poder encaminarse a la victoria.
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