¿Un mundo fantasma? Científicos de la NASA detectan un planeta cercano al sistema solar y este desaparece misteriosamente

Misterio espacial a la vista. Un equipo de científicos de la NASA captó indicios de un nuevo planeta a través del telescopio espacial James Webb en 2024. Este orbitaba a unos 300 millones de kilómetros del sistema estelar más cercano a la Tierra, Alfa Centauri.

Dicho descubrimiento fue publicado en la revista astronómica The Astrophysical Journal Letters, donde se llegó a la conclusión de que el hallazgo del exoplaneta cercano a la Tierra presentaba una composición ideal para la conservación de agua líquida. Sin embargo, durante las observaciones de 2025, el planeta desapareció; el evento desconcertó a la agencia espacial.

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¿Cómo lograron identificar al "planeta fantasma"? La NASA responde

Inicialmente, los científicos optaron por buscar planetas cercanos a la luz utilizando el telescopio Webb; no obstante, el equipo no estaba diseñado para identificar planetas bajo esas condiciones, por lo que se empleo una máscara coronográfica del instrumento MIRI. ¿Qué sucedió?

Tras la mejora, se logró bloquear el resplandor estelar, donde finalmente se reveló un objeto 10.000 veces más débil, logrando una detección casi instantánea. Sin embargo, tras repetir la observación durante los meses de febrero y abril de 2025, no se halló ningún tipo de rastro del planeta en cuestión.

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¿Qué ocurrió con el "planeta fantasma"?

Los científicos estaban ante un escenario típico de una película de ciencia ficción, pero no se quedaron de brazos cruzados y comenzaron a estudiar el motivo de la desaparición planetaria.

Simularon diversas órbitas posibles; incluso utilizaron un modelo de observación de 2019 del Very Large Telescope del ESO. Finalmente, tras diversos análisis, se determinó que el planeta se encontraría demasiado cerca de su estrella en 2025, escondiéndose tras su brillo.

Asimismo, los análisis revelaron que se trataría de un planeta gigante gaseoso con una composición similar a Saturno, ubicado en una órbita elíptica que varía entre una distancia dos veces más grande que la de la Tierra al Sol y que presenta características similares a las del planeta Tierra. Por otro lado, los expertos señalan que volvería a ser visible para el telescopio James Webb entre 2026 y 2027, brindando una nueva oportunidad para que la comunidad astronómica obtenga mayor información sobre su atmósfera y órbita.