Los peores momentos de sus vidas es lo que vienen viviendo una pareja de ancianos de 73 y 78 años de edad, que intentan ser desalojados de su propia vivienda en San Martín de Porres, luego de adelantar herencia de su hija menor, a quien le entregaron el primer piso de la casa donde viven y que ahora tienen otros dueños.
Según la pareja de la tercera edad, ellos entregaron la vivienda a su hija durante la pandemia del covid-19, época en la que estaban enfermos y confiaron en ella como todos los padres hacen con sus hijos, pero de un día a otro, unas personas llegaron a su vivienda con una orden de desalojo pues la hija había vendido el primer piso, justo donde viven los ancianos y que ahora quedarían en la calle.
El certificado de Registros Públicos de noviembre del 2022, Paulina Milene Roldan Vega adquiere el inmueble valorizado en casi 60 mil soles, luego de que sus padres le otorgaran la propiedad bajo la figura de anticipo de legítima, un recurso que le permite a sus hijos tener parte de su herencia en vida. "Dice que nosotros le hemos vendido el primer piso, pero eso es mentira porque no lo hemos vendido, yo no puedo firmar porque yo no veo, solo me puso mi dedo al tampón y luego al papel y yo no se que he firmado, quizá era mi sentencia de muerte y yo no lo sabía", comentó la madre.
"Yo no te he vendido (la casa), tu papá no te ha vendido, no nos has dado plata, eres mentirosa, por favor no nos botes de la casa, esta casa la construimos con tanto trabajo tu padre y yo, incluso dejando de comer", comentó la madre al programa "Al Estilo Juliana".
Esta no sería la única propiedad que Paulina Milene Roldan Vega, adquiere de sus padres, ya que en el año 2021, recibió como adelanto de herencia dos tiendas ubicadas en una galería en Los Olivos. En el 2021, sus ancianos padres le otorgaron una carta poder que le facultaba firmar todo tipo de documentos sin limitación alguna. "Lo firme la carta poder porque estábamos enfermos en la pandemia, mi esposa estaba internada varios meses y yo no podía hacer ningún trámite, incluso no podía sacar dinero. Ella (su hija) hizo los papeles y como estábamos enfermos hizo firmar", dijo Don Miguel, padre de la muer que vendió su casa.
Actualmente, Don Miguel padece de tuberculosis y ha perdido la audición y su esposa padece de diabetes de tercer grado y está por perder la visión. "Esta casa me pertenece mientras viva, cuando yo ya no esté ni mi esposa, ella (su hija) ya puede vender la propiedad, pero ahora no saldré de acá", aclaró Don Miguel.
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