
Un número significativo de ciudadanos ha enfrentado un aumento en sus deudas bancarias en los últimos años, lo que ha generado preocupación en la población peruana. Este fenómeno se debe, en gran medida, al uso inadecuado de productos financieros y a las dificultades que muchos enfrentan para cumplir con sus obligaciones de pago. La prescripción de la deuda se convierte en un tema crucial, ya que ofrece a los deudores información valiosa sobre sus derechos y opciones para manejar su situación financiera.
De acuerdo a lo indicado por el Código Civil, aquellas personas que dispongan una deuda bancaria se prescribe después de 10 años. Ante esta situación, el acreedor es notificado con la pérdida de derecho de exigir el pago a través de acciones legales a nivel nacional. Esto quiere decir que la persona no podrá ser demandado por ningún juez o corte.
Asimismo, si se han transcurrido los diez años sin que el acreedor comience un proceso judicial, el deudor podrá exigir la prescripción de la deuda ante un tribunal correspondiente. A pesar de la eliminación de la deuda, este registro seguirá en los portales del historial crediticio de los principales bancos respecto al deudor.
En la misma línea del Código Civil, en caso una persona cuente con una deuda y tenga una orden de embargo por parte de un juez, solo podrán retirar hasta dos tercios del patrimonio familiar.
Entre otros objetos, se encuentran la posibilidad de embargar tanto vehículos, maquinaria, herramientas que no sean indispensables. Por otra parte, también se pueden restringir el acceso de las remuneraciones y pensiones que superen la cantidad límite de cinco URP.
Periodista especializado en actualidad, vida y deportes. Bachiller en Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Redactor en El Popular. Interesado en temas relacionados como economía, coyuntura nacional e internacional, trucos caseros y educación.