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Gamarra: delincuentes detonan bomba lacrimógena en galería al ser descubiertos por vigilante

Una bomba lacrimógena fue lanzada en pleno intento de robo en una galería de Gamarra en La Victoria, cuando un vigilante se percató del hecho. Niños y mujeres fueron rescatados al quedar atrapados.

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El pánico y la desesperación se apoderó de comerciantes y transeúntes que visitaban una de las galerías de Gamarra, durante la noche del viernes 4, al quedar expuestos durante varios minutos al agente químico de una bomba lacrimógena que lanzaron unos delincuentes que pretendían robar un puesto.

A pesar de que se pudo frustrar el asalto a la galería Mazales, en la cuadra 15 de la avenida Humboldt en Gamarra, La Victoria, dos menores de edad y un adulto, quedaron heridos al respirar este químico.

Según testigos, la bomba lacrimógena habría sido detonada en el tragaluz del edificio exponiendo a toda la galería de Gamarra al humo tóxico. Un grupo de mujeres que trabajaban en los talleres de confecciones en el tercer piso luchaban por escapar a los pisos superiores.

Cuatro extranjeros que laboran en un taller cercano ingresaron a la galería de Gamarra en medio de la humareda para rescatar a dos menores de edad ante el pedido de ayuda de su madre.

Un bombero que estuvo presente en La Victoria, contó que la bomba lacrimógena afecto el segundo y tercer piso de la galería, producto de ello dos menores de edad terminaron con problemas respiratorios y un adulto con herida punzocortante.

Testigo que también fue afectado reveló a El Popular que observó cómo los delincuentes golpearon al vigilante que se dio cuenta del robo e intentó detener a los sujetos antes de que lanzaran las bombas lacrimógenas.

Asimismo, reveló que estas sustancias químicas afectaron a uno de sus menores hijos que fue llevado de inmediato al hospital tras sufrir problemas respiratorios.

Otra testigo contó que dos delincuentes fueron sorprendidos por el vigilante en el segundo piso cuando se preparaba para cerrar la puerta de acceso.

“Lo golpearon en la cabeza pero el señor llegó a gritar por ayuda, luego escuchamos como un disparo y sentimos ese olor del gas insoportable. No sabíamos que hacer”, cuenta Geraldine, una de las trabajadoras.