Marco Antonio Vargas, de 26 años, suplicó para no ser detenido por los agentes de la Policía luego de intentar robar un celular en el paradero Acho, en la Vía de Evitamiento en el Rímac.
El asaltante se resistió con todas sus fuerzas para evitar la captura. En medio del forcejeo empezó a implorar, rezar y llorar para que lo liberaran. Sin embargo, sus disculpas no sirvieron de nada.
"El delincuente trata de darse a la fuga pero metros más adelante es alcanzado y reducido. En esas circunstancias ofrece tenaz resistencia, agrede a los agentes, se defiende con uñas y dientes", afirmó el coronel Freddy Velásquez.
Los policías del Grupo Terna del Escuadrón Verde y un efectivo de tránsito lograron capturarlo pese a todos sus arrepentimientos.