Estaría siendo denunciado por peculado. El actual alcalde de Barranco, José Rodríguez, reconoció haber llevado los víveres, destinados a la población por la emergencia del coronavirus, a su casa a través del vehículo del serenazgo sin conocimiento del Consejo.
“Lo que he estado haciendo es recoger las donaciones de alimentos. Las vamos a distribuir a algunos vecinos. Eso es lo que he hecho. Las he llevado a mi casa”, dijo el burgomaestre en su defensa a la prensa local.
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Pero, lo mencionado por el alcalde, no entraría en el engranaje de sus declaraciones debido a que el consejo de la municipalidad de Barranco no tenía conocimiento de que el burgomaestre estaba llevando los víveres a su domicilio.
Hasta el momento no se ha pronunciado la fiscalía por los hechos ocurrido en el distrito de Barranco.
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De acuerdo a la ley es la acción que realiza un funcionario público para usar herramientas, objetos u otros materiales del Estado para el beneficio propio. En el caso de Barranco, según los especialistas en el área de contraloría, el alcalde no debió llevar los víveres a su domicilio, solo se daría ese caso si el almacén de la municipalidad esta destruida por un fenómeno natural.
"El funcionario o servidor público que, para fines ajenos al servicio usa o permite que otro use vehículos, máquinas o cualquier otro instrumento de trabajo pertenecientes a la administración pública o que se hallan bajo su guarda, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de cuatro años", según la ley.
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