Bajo la consigna “Ni una muerte más” fue enterrada Eyvi Ágreda Marchena, quien murió por las graves quemaduras provocadas por su acosador Carlos Hualpa Vacas, que le prendió fuego en una unidad de transporte público.
Los restos de la joven cajamarquina descansan en el cementerio de Comas, al lado de la tumba de su abuela Sandra, a quien Eyvi y sus hermanos consideraban un ejemplo a seguir.
EDUQUEN A SUS HIJOS
Durante el sepelio sus hermanos agradecieron el apoyo brindado por las autoridades, pero sobre todo al equipo médico que por 38 días luchó por su recuperación.
Al hacer uso de la palabra Sandra Marchena, pidió a los padres reflexionar sobre la educación que le dan a sus hijos, para evitar que se repitan tragedias como la que afecta a su familia.
“Incúlquenles el respeto hacia las mujeres, que entiendan que no somos de su propiedad”, afirmó.
TODOS CON EYVI
La muerte de Eyvi, tras 38 días de lucha por recuperarse, causó conmoción en diversos sectores de la sociedad.
Además de sus familiares y amigos, muchas personas solidarias llegaron a la vivienda de Los Olivos para darle el último adiós.
Ellas portaban pancartas donde se podía leer “Ni una muerte más”, “El machismo mata, la indiferencia también”, “Mañana puede ser tu hija, tu hermana, tu madre”.
Ladislao Ágreda, padre de la víctima de feminicidio, consideró que la cadena perpetua no es castigo suficiente para el asesino de su hija.
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“No es suficiente. Lo mandan adentro, le dan todo, lo tiene todo, solamente no tiene salida. Se le debe aplicar la pena de muerte por todo lo que hizo sufrir a mi hija”, dijo al recordar que Eyvi les prometió traerlos a Lima para que tengan una mejor vida.
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