Chiclayo: Perrita es asesinada de dos balazos por policía solo porque lo olfateó

Un acto de extrema crueldad ha conmocionado a la ciudad de Chiclayo, luego de que un suboficial de la Policía Nacional del Perú (PNP), Miguel Ángel Alarcón Cruzado, asesinara a tiros a una perrita de cuatro años mientras esta esperaba a su dueña en la puerta de una farmacia. El incidente ha generado una ola de repudio y ha intensificado las demandas de justicia por el maltrato animal.

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Policía alega que fue atacado pero no muestra ninguna herida

El suboficial Alarcón Cruzado, quien trabaja en la Divincri de Chiclayo y se encontraba fuera de servicio en el momento del suceso, alegó que la perrita, llamada Kristal, lo atacó. No obstante, la versión del oficial ha sido desacreditada por el acta policial, que no reporta evidencia de un ataque. Según los testimonios, Kristal estaba sentada pacíficamente en la entrada del establecimiento mientras su dueña compraba en la farmacia.

Tras interactuar brevemente con un niño, la perrita se acercó al suboficial para olfatearlo, lo que aparentemente provocó que este sacara su arma de reglamento y disparara dos veces contra el animal. “Mi perra se ha acercado al señor a olerlo, entonces mi niña, como ya se dirigía a la casa, le ha gritado a mi perra y le ha dicho: ‘Kristal, vamos’. Al hacer caso a la voz de mando, la perra se voltea y el policía saca su arma del bolso y le dispara dos veces en la parte del lomo”, señaló Evelin Varas, madre de la niña.

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Sujeto podría ser condenado entre 3 a 5 años de cárcel

El impacto de los disparos causó la muerte inmediata de Kristal, generando un profundo dolor en su familia y una fuerte reacción en la comunidad local. Evelin Varas, dueña de la perrita, ha expresado su angustia y exige que el oficial rinda cuentas por el asesinato de su mascota, que era considerada parte integral de su familia.

El caso ha atraído la atención sobre la Ley de Protección y Bienestar Animal, que estipula sanciones para actos de crueldad contra los animales. El suboficial podría enfrentar una pena de prisión de entre 3 y 5 años si se le declara culpable de maltrato animal. La indignación pública ha crecido, con ciudadanos y organizaciones defensoras de los derechos de los animales demandando una acción enérgica contra el oficial.