EsSalud: Rinden homenaje a madres médicas, enfermeras y técnicas que salvan vidas en la Villa Panamericana

Emotivos momentos se vivieron hoy en la Villa Panamericana, ubicado en Villa El Salvador. Las más de 1,200 madres profesionales de la salud festejaron su día en las instalaciones exteriores de este emblemático centro, en donde hasta la fecha se ha salvado la vida de más de 30 mil personas, de las garras mortales del COVID-19.

Por esa razón y por ser el Día de la Madre hoy domingo 9 de mayo, las madres médicas, enfermeras, técnicas y otras profesionales de la salud decidieron agasajarse con globos, dedicatorias, pequeñas coreografías, y mucha alegría y esperanza. Este entusiasmo se transmitió a las madres también y personas que, lastimosamente, se encontraban en las ventanas de los edificios de la Villa Panamericana, esperando una pronta recuperación y estar con los suyos.

En el lugar, estuvo la presidenta ejecutiva de EsSalud, Fiorella Molinelli, quien también es madre de tres hijos. Llegó para saludar y expresar su cariño y reconocimiento a las madres profesionales de la salud por su entrega y estar en primera línea combatiendo el COVID-19.

“Desde este centro emblemático (Villa Panamericana), quiero expresar mi profundo agradecimiento y felicitación a todas las madres del Perú, en particular a las mamás de la primera línea que, con mucha vocación y entrega, salvan vidas”, expresó.

Durante el simbólico acto, la médica Brenda Calla, quien labora en la Villa Panamericana, recibió la grata noticia del alta de su madre Ana María Mendoza, quien se infectó de COVID-19 y logró recuperarse gracias a la atención y cuidados del personal de salud.

GUERRERAS DE PRIMERA LÍNEA

Entre las madres guerreras se encuentran la enfermera Maritza Huapaya, quien presta servicio en la Villa Panamericana desde el 30 de marzo del 2020, fecha en que entró en funcionamiento el referido centro. A pesar que contrajo el virus y logró recuperarse, ella volvió a la primera línea para seguir en su abnegada labor de recuperar a los pacientes.

Debajo de sus uniformes se guardan un sinfín historias de sacrificio. Zintia Lolo es natural de Huancavelica y su gran motor es escuchar a su hija de 9 años decirle en cada llamada “mami, estoy orgullosa de ti”. Amy Huamán se vino de Ica dejando a su pequeña de apenas dos años al cuidado de su mamá. Aunque las extraña con todas sus fuerzas, su formación de enfermera y bombero la hacen sentir que, en este momento de su vida, está en el lugar correcto.