Venezuela cumple un año de la muerte de Hugo Chávez en crisis

Un día como hoy, 5 de marzo del 2013, Hugo Chávez perdía su batalla contra el cáncer y dejaba a una relativamente convulsionada Venezuela sin un rumbo claro y a expensas de lo que vendría después: un régimen sucesorio aún más caótico en manos de un poc entendido Nicolás Maduro.El país celebra el aniversario de la muerte de Hugo Chávez envuelto en graves protestas. Un año después de su muerte, un desfile cívico-militar abrirá los homenajes a Chávez, cuyo rostro sigue presente en muchas paredes del país y cada obra que inaugura el Gobierno.En cada acto oficial suena la voz de Chávez, como si el pueblo oficialista necesitara la confirmación de que sigue ahí, de que no se ha ido, de que no están solos ni desamparados. La consigna final de cada mitin lo reafirma. Ya no es “Patria, Socialismo o Muerte”, como en los tiempos de Chávez. Con Maduro se grita aquello de “Chávez vive, la lucha sigue”.La pequeña capilla improvisada que se alzó tras la muerte de Chávez sigue en pie y mantiene su nombre: “San Hugo Chávez del 23”, nombrado así por sus seguidores en la populosa parroquia caraqueña del 23 de enero.Desde aquel 5 de marzo de 2013, Maduro acaparó todo: transición, como gobernante de facto; muerte y prolongado entierro del líder bolivariano en Caracas y el triunfo electoral que legitimó el poder con el que ha sumido a Venezuela en el más completo caos e incertidumbre social, política y económica.PROTESTAS EN LAS CALLESLa chispa prendió la hoguera el pasado 12 de febrero, cuando miles de venezolanos aprovecharon el Día de la Juventud para protestar contra el Gobierno y la política que convirtió al 2013 en un muy mal año para las finanzas venezolanas.Desde la muerte de Chávez, casi todo en la economía empeoró: la inflación subió de 20,1 a 56,2%; el bolívar se devaluó casi 50% frente al dólar; el crecimiento interanual del PIB cayó casi 4%; las reservas internacionales alcanzaron su nivel más bajo en la última década.Los supermercados de Venezuela reciben colas enormes de gente desesperada por comprar productos de la cesta básica. La leche, harina, aceite, jabón o café son bienes escasos que no siempre se consiguen. El Gobierno culpa a los empresarios y acusa de especular y guardar los productos en los almacenes.Los empresarios acusan al Gobierno de no tener la moneda que necesitan para importar. Según el Banco Central de Venezuela, el índice de desabastecimiento alcanza 28%. Es decir, de cada 100 productos que buscan los venezolanos en los supermercados, no encuentran 28.Todo esto, unido a una criminalidad desbordada colmó la paciencia de la población opositora. Primero fueron los estudiantes críticos con Maduro, y luego los sectores más radicales de la oposición, encabezados por Leopoldo López, el líder de Voluntad Popular.López vivirá el aniversario de la muerte de Chávez en prisión, cuya entrega y entrada dieron la vuelta al mundo y lo encumbraron como la nueva bandera de una oposición que recrimina a Capriles, su líder natural, una excesiva tibieza para hacer frente a las políticas del Gobierno.NICOLÁS MADURONicolás Maduro llega al aniversario muy discutido por la mitad del país y apoyado por chavistas que confían ciegamente en su Revolución, más allá de quién pueda encabezarla, y apoyado por las Fuerzas Armadas.Pero Maduro es un civil que no conoce la mentalidad militar. Esa es su debilidad con la tropa, pero ese punto débil ha sabido compensarlo militarizando el Gobierno. La mayoría de los 23 gobernadores del país son uniformados, y el último año ha promocionado a decenas de militares para puestos clave del Gobierno y de la Administración.Del mismo modo, ha empoderado la estructura económica: los militares controlan las aduanas, tienen un banco propio y desde diciembre tienen su propia televisión. Incluso Maduro parece haber adquirido la retórica castrense.Hace  tiempo que el presidente y sus ministros no mantienen reuniones de Gobierno, sino que se reúnen en puestos de comando donde preparan las batallas y las ofensivas que deben llevar a la victoria frente a la guerra que ha declarado la burguesía fascista. (Con información de RTVE)