Jaime Duarte: “No dejé de llorar tras el triunfo ante Escocia”

Carlos Lara Porras

Chiquillo eterno. Jaime Duarte, considerado como el mejor lateral derecho en la historia de la selección peruana, se siente un agradecido a Dios por haber vestido la blanquirroja en dos mundiales.

En el primero, en Argentina 78,  hizo su debut, precisamente en el inolvidable 3-1 de Perú contra Escocia, en Córdoba. Lo que pasó después, para el Chiquillo, fue tan sentido como el propio partido. 

—¿Qué siente haber sido un mundialista?

−Siento emoción cuando me hacen esta pregunta. A los 14 años cursaba el segundo de secundaria, vi el Mundial México 70 y juntaba mis figuritas. Y años después jugué con Cubillas, Chumpitaz y Sotil.  Me siento un bendecido.

—Su debut oficial fue ante Escocia, ¿sintió nervios?

−Integré la selección que ganó la Copa América en 1975, con 18 años. Jugué muchos amistosos y mi prueba de fuego fue ante Escocia, pero no sentí nervios, ni me daba cuenta. 

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—Usted no era lateral derecho. 

−Jugaba como zaguero central y Marcos Calderón también me probaba de volante.  Los titulares eran Cuéllar y Chumpitaz, los suplentes Meléndez y Baigorria, el quinto era yo.

—¿Y como queda  de  lateral?

−Un mes antes del Mundial Argentina 78, Marcos no encontraba el equipo y en un amistoso ante Fluminense apareció el once. Pasé a jugar como lateral derecho, Manzo de zaguero al lado de Chumpitaz, Cueto en la volante y La Rosa adelante. Ese equipo jugó ante Escocia.

—Escocia era favorito.

−Holanda y Escocia eran los favoritos, mientras que Perú e Irán los convidados de piedra. Los primeros 15 minutos estuvimos muy atrás porque eran muy rápidos.  No ibamos ir al ataque para no dar ventaja. A los 12 minutos nos hacen el gol.  Comenzamos a tocar y llegamos al arco rival, así empatamos y le dimos vuelta con dos golazos de Cubillas.

—¿Cómo fue la celebración? 

−Fui el último en ingresar al camarín y los muchachos cantaban el himno nacional, otros lloraban. Yo estaba tranquilo no exteriorizaba esa emoción.

—Era de píedra. 

−No. Esa noche antes de dormir y las restantes noches antes del partido con Holanda, no me pude contener y lloraba.  Pensaba en mis padres, mi hijito, cómo estaría el Perú. Había acumulado todo, lloraba de emoción porque fue mi debut.

—Usted cambió su camiseta con Willie Johnston, quien dio positivo por dopaje.

−Sí y conservo aún su camiseta. Eso que se estimuló o drogó para jugar mejor es mentira. En la concentración de Escocia habían muchas flores y él era alérgico. En ese tiempo no había los protocolos de dopaje y se automedicó por la alergia y salió positivo.

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RESPONDE A VELÁSQUEZ

—¿Le molesta que José Velásquez haya dicho que en el 6-0 ante Argentina hubo ‘echada’?

−Cómo pueden decir que nos vendimos si no hay una prueba. Velásquez luego lo desmintió. Todo pasa por el resultado y les gusta crear leyendas urbanas.

—En España 82 en el 1-1 ante Italia fue elegido como la figura del partido por El Gráfico.

−Jugué con un parche en la ceja derecha y me pusieron ocho puntos, pero para mí eso fue algo normal. No sabía que sangraba hasta que el doctor Alva pidió parar el partido para suturarme la herida, así herido casi anoto un gol. 

—¿Cómo ve las chances de la selección en Rusia?

−Francia es el favorito, pero los partidos hay que jugarlos. La clave no es perder en el debut, aunque sería fabuloso ganarlo  porque si pierdes es una alarma. Espero y deseo que Perú pueda avanzar a octavos.