Manuel Burga: El "doc" del fútbol

Era cuestión de tiempo nada más. A nadie le cuadraba -a nadie, repito- que soportara insultos, amenazas, burlas y hasta acusaciones graves e insistiera en mantenerse y reelegirse al frente de la Federación Peruana de Fútbol por más de una década con un aparente estoicismos digno de una película de Hollywood.

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Por Ramiro Velazco Bustinza (Editor)Era cuestión de tiempo nada más. A nadie le cuadraba -a nadie, repito- que soportara insultos, amenazas, burlas y hasta acusaciones graves e insistiera en mantenerse y reelegirse al frente de la Federación Peruana de Fútbol por más de una década con un aparente estoicismos digno de una película de Hollywood.MIRE ESTO: Manuel Burga: 40 dirigentes del fútbol peruano están comprometidos en el escándaloTenía caparazón de tortuga reforzado, no le entraban balas, todo le rebotaba, nada le movía un pelo de los pocos que le están quedando. En verdad, algo raro estaba sucediendo.A cada rato y por donde iba era blanco de miradas de cólera e índices que lo señalaban como el personaje más odiado de nuestro fútbol. Tenerlo al frente era como sufrir una patada a mansalva en la entrepierna, escucharle hacía explotar al más tolerante de los mortales y hasta los más chicos le huían como si hubieran visto al diablo en persona. Era insoportable.Pero Manuel Burga se las sabía todas. De la A a la Zeta. La paraba con el pecho y siempre tenía un recurso para terminar la jugada. Se la tiraban fuerte y la bajaba como con la mano. Nunca permitía que le saquen la roja y las pocas amarillas que le mostraron, ni siquiera las tomaba en cuenta. Eran pequeñeces, insignificancias.Se creía intocable sin ninguna duda. Había aprendido de sus pares más avezados de otros países, que cuando un delantero le hacía una jugada difícil y podía anotarle un gol, sacaba su mejor carta bajo la manga. Amenazaba con irse a quejar a la Conmebol en primera instancia y a la FIFA si no se salía con su gusto después, si alguien intentaba siquiera sacarlo del cargo o reclamaba por alguna de sus trastadas. Y lo hizo alguna vez e hizo suspender a nuestro fútbol.Todo en su contra le parecía poco o nada, pamplinas, incluso cuando había evidencias bastante fuertes de que algo se llevaba entre manos y que su inmolación no era amor al chanco nomás.LEA TAMBIÉN: FIFA: 8 implicados admiten que cometieron delitoEl doctor no solo se reía de los hinchas de a pie, también de las autoridades. Alguna vez se presentó en el Congreso y para él era como si se hubiera ido de paseo. Apareció en televisión nacional y parecía que estaba paseando por la playa un domingo después de la siesta. Sin preocupaciones, sin nada que lo perturbe. Ponía su cara de yo no fui y no hablaba con la prensa, movía el índice una y otra vez anulando cualquier posibilidad de escuchar y responder preguntas de verdad y no las que le formulaban sus acólitos de la prensa.Pero, como se dice, no hay crimen perfecto. Alguna vez tenía que cometer un foul o un penal. Había tapado todos los caminos a su arco para que no le hagan un gol, pero no falta  un delantero -o delantera, como la fiscal Loretta Lynch, de Estados Unidos- y en nombre de la Justicia de todos le hizo un golazo de media cancha a Burga y a otros 15 peloteros de baja estofa.El hecho que la fiscal hace un tiempo ordenara la primera captura de dirigentes de la FIFA y la Conmebol,en Zúrich, por hacer su "negociado" con la elección de la sede de los mundiales y de la Copa América y las licitaciones de los derechos de TV lo puso en alerta.Se dice que en la "jugada" hubo 200 millones de dólares en sobornos cuando menos y de los cuales 7,5 millones habría ido a parar a las cuentas de Burga en paraísos fiscales. Porque acá, en el Perú, oh maravilla, no es dueño ni de un metro de terreno, ni siquiera de una aguja. Eso sí, su esposa tiene varias propiedades, sus cuñados también y que, al parecer, no tendrían cómo sustentar.    El viernes en la noche el ex presidente de la FPF y uno de los dirigentes más perdedores de la historia de nuestro fútbol ya no pudo escapar al largo brazo de la Justicia.Sele ha dado por repetir que no hizo nada, que es el Ángel de la guarda, que no ha cobrado nada y que no tiene nada qué devolver.RECOMENDAMOS ESTO: FIFA: atrapan a funcionarios acusados de sobornoSin embargo, el dirigente que nunca perdía cuando de elecciones se trataba y que se fue tras más de una década de hacer y deshacer en la Videna por razones nunca explicadas con claridad, en verdad, ahora se puede decir, lo hizo porque intuía que algo malo se venía pero no quería admitirlo públicamente.Él, que gozaba de viajes y lujos en los hoteles más exclusivos del mundo y se paseaba con todos como si jugara con conos, ahora está en una celda de la Policía y pronto podría ser trasladado a una cárcel de EEUU.Como se dice, el que se creía indomable, invicto, invulnerable, inexpugnable, insuperable, campeón, ha perdido por goleada. Y eso es el primer partido nomás, el preliminar. Como en antaño, falta el semifondo y el partido estelar. Esas derrotas agrandarán seguramente su leyenda negra, sucia, repugnante. Como fue toda su carrera como dirigente de fútbol y como persona, claro. Nadie con semejante currículum podría decir que es una buena persona. Hablar de honestidad y honradez con él será como pedirle a peras al olmo.

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