Tony Montana cobró venganza: matan a sicario que atacó su “narcoporsche”

La guerra entre mafias de traficantes que desde el Callao envían droga al extranjero quedó ayer evidenciada.

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María Aybar-Hilmer Gasco

La guerra entre mafias de traficantes que desde el Callao envían droga al extranjero quedó ayer evidenciada. 

El brutal asesinato en San Isidro de Antonio Amadeo Saucedo Mendoza (47) “Chino Saucedo”, confirmó lo que se esperaba. 

Con su muerte, suman dos los asesinados a balazos, en menos de una semana, por estar ligados al ataque del Porsche del no habido Gerald Oropeza López. 

Tony Montana, según la policía, sería quien ordenó la muerte de Saucedo, al enterarse que habría participado en el ataque a su vehículo el pasado 2 de abril.

Aquella noche, el brazo derecho y armado del delincuente apodado “Caracol”, habría actuado junto a los conocidos como “Negro Sosola”, “Calero”, “Cara de dedo”, “Angelo” y “Lance”. 

El autor intelectual habría sido el conocido como “Chato Junior”, quien pertenece al otro bando de mafiosos que sacan droga al extranjero, liderado por Christian Valle Ibáñez, “Drácula”.

BALACERA  

La primera cuadra de la calle Santa Lucía se convirtió en escenario del brutal asesinato de “Chino Saucedo” cuando retornaba de la discoteca Spa, cercana al lugar del ataque. 

Tres sicarios, a bordo de dos vehículos, interceptaron el taxi DPZ-697, en el que se desplazaba junto a dos bellas mujeres. 

Estas fueron identificadas como Carla Jacqueline Salas Zegarra (28) y Nadeska Widausky Gallo (22), quienes resultaron ilesas. 

La primera tiene por amigos a diversos personajes de la farándula. La segunda integró el grupo de cumbia Las Hechiceras, fue vinculada sentimentalmente a “Chemo” Ruiz y al cómico Edwin Sierra.

BAJARON Y DISPARARON 

Según el taxista Jorge Escudero Canagua, los sicarios con capuchas y pasamontañas bajaron y dispararon al asiento del copiloto, donde viajaba “Chino Saucedo”.

“El hombre trató de escapar e incluso llegó a sacar el revólver que llevaba en un canguro”, dijo a la policía.  

Todo intento fue inútil. Cuatro proyectiles le impactaron por la espalda y uno en el rostro. 

En el piso quedaron regados ocho proyectiles como huella del brutal ataque.

EN LA DIRINCRI 

Tras el ataque, las jóvenes fueron llevadas la División de Homicidios de la Dirincri donde rindieron su declaración durante varias horas. 

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