Se compra el iPhone más moderno y deja en shock a vendedor por su condición laboral

¿Las apariencias engañan? Ese es el reto de un influencer en México y, de la mano de un trabajador de albañilería, causaron más de una reacción en las redes sociales.

Este fue el peculiar caso del youtuber Youlay, quien trató de romper algunos ‘tabúes’ sobre la percepción de las personas. Consistió en darle 10 mil pesos mexicanos — equivalente a 582.58 dólares—, con la condición de ir a comprar el iPhone de última generación.

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¿Quién es usted?

El influencer se topó con un albañil que estaba buscando clientes y trató de ayudarlo. “Jefazo, por 10 mil pesos. ¿Me compraría un IPhone?”. El hombre sin dudar aceptó la propuesta, por lo que con sus herramientas y todo fue a la tienda de la popular ‘manzana’.

El señor entró a la tienda y visitó el primer iStore; sin embargo, quienes trabajaban ahí no duraron en incomodar al hombre con preguntas. Una de ellas fue: “¿La tarjeta es de usted?”, a lo que atinó a mencionar que ‘es de su hijo’. Por lo que, los trabajadores de la tienda no pudieron procesar la compra. A lo que, el influencer solo atinó a decir “Vamos a otra tienda, no pasa nada”; esperanzado de poder encontrar su objetivo.

Esta vez el albañil pidió ayuda a uno de sus colegas para hacerse pasar por ‘ahijado’. Por lo que, era la excusa perfecta para obtener el móvil. Ingresó a otra tienda de la ‘manzanita’ y preguntó con total confianza: “¿Cuánto nos sale el IPhone 14 pro?  

El vendedor sin problemas enseñó el modelo, colores y memorias a los expertos de obras. Esta vez, los sorprendidos fueron los señores que, no podían creer lo bien que los trataba el joven trabajador. La compra se concretó y los hombres salían del recinto con uno de los últimos teléfonos de Apple.

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   10 mil pesos ganados

Al final, el albañil se fue con una experiencia inesperada. Aparte de ir a una tienda ‘exclusiva’ para comprarle al influencer un teléfono de alta gama, recibió 10 mil pesos. Este monto fue compartido con su colega que hizo de ‘ahijado’. El youtuber solo atinó a decir: “Se la rifaron, se fueron bien contentos. Saben pegar azulejos, rascar zapatas y ahora, comprar iPhones”, dando por finalizado el experimento social.