¿Por qué me duermo después de tener relaciones sexuales?

¿Nos duerme o activa? Dormir después de tener sexo es una práctica común entre las parejas y en la mayoría de los casos es el hombre quien se queda dormido profundamente. Si bien el sexo es una actividad física que requiere nuestro esfuerzo, resistencia y hasta puede considerarse un excelente ejerció cardiovascular, el cansancio que sentimos luego del acto sexual no es la razón por la que caemos en los placeres oníricos, pues si ese fuera el caso, los porcentajes de varones y mujeres que duermen luego del sexo estarían parejos.

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La verdad es que existe una razón científica para esto y en esta nota de El Popular te contamos todos los detalles para que sepas la razón por la que tu pareja duerme profundamente después del coito.

¿Por qué me duermo después del sexo?

El 80% de los hombres se duerme o tienen deseo de hacerlo después de tener sexo, mientras que el porcentaje de mujeres es menor y solo un 46% lo hace y el resto se mantienen activos y despiertos, así lo afirmó Juan Sierra, profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad de Granada para un medio español.

"El sueño y la sexualidad tienen una estrecha relación, más allá de formar parte del grupo de necesidades fisiológicas básicas del ser humano. La buena calidad del sueño y la vida sexual son clave para una salud y vida óptima. Numerosos estudios confirman que dormir poco y mal se acompaña habitualmente de pérdida del deseo sexual y de una menor capacidad para excitación sexual. Se debe, entre otras razones, a las alteraciones hormonales que provocan los trastornos del sueño. Mantener relaciones sexuales disminuye el estrés, relaja e induce al sueño más placentero"explicó, el catedrático.

En ese sentid, explica que durante el orgasmo las mujeres segregan sustancias que las hace sentirse más cerca a sus parejas e incluso deseo de mantener nuevamente relaciones sexuales. En los hombres esto no pasa, pues después del clímax en la cama los hombres entran en una fase de somnolencia que incita a quedarse dormidos.

"A diferencia de la mujer, el hombre después de un orgasmo entra en una fase refractaria, caracterizada por la saciedad sexual. Esta somnolencia, e incluso sueño, es consecuencia de procesos que se producen a nivel cerebral y de la descarga de dos hormonas facilitadoras del sueño: la oxitocina y la serotonina. Por su parte, la liberación de otra hormona, la prolactina, durante el orgasmo conduce a la sensación de saciedad que facilita también el sueño", aclara Sierra.