La obesidad infantil, un problema de peso

Estar gordito no siempre significa estar sano. En el Perú, uno de cada tres niños menores de cinco años es obeso. Y sus principales causas son por comer comida chatarra y los factores genéticos. Ojo con esto.   

“Este mal va en aumento en el mundo y en el Perú. Y eso es grave porque un niño que es obeso, en el 80% de los casos, también lo será de adulto. Y las causas se deben a la mala alimentación y la genética”, explica Jesús Rocca, endocrinólogo de la clínica Ricardo Palma.

LAS COMPLICACIONES

Los niños obesos tienen más riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, o desarrollar obesidad mórbida. La cosa es seria. 

“El niño obeso que tiene triglicérido y glucosa alta, o hígado graso, es el futuro diabético o el futuro cardiópata. Tener en cuenta que los niños que tienen pigmentación oscura en el cuello o axila, significa que tienen resistencia a la insulina”, advirte Rocca. 

Se dice que este mal, además, empieza desde la barriga con una mala alimentación de la mamá. Y también durante la lactancia. 

HACER DEPORTE

Según estudios, pasar cuatro horas al día frente al televisor o a los videojuegos aumenta el riesgo de padecer obesidad. Es conveniente hacer ejercicios a diario, aunque solo sea dar un largo paseo. Si los padres tienen un estilo de vida saludable, el niño también. Desde pequeño, acostúmbralo a jugar al aire libre y a permanecer activo. Reduce las horas de televisión, videojuegos y otras actividades sedentarias. Anímalo para que se interese por la práctica de algún deporte, en grupo o individual. Seguro que hay alguno que le gusta y lo puede realizar como una actividad extra escolar, o los fines de semana.

LA CALIDAD DE LA COMIDA

Para prevenir y controlar este mal se deben craer hábitos alimenticios y un estilo de vida saludable. Apunta y ponlos en práctica. “La mitad del plato debe ser solo vegetales, la cuarta parte debe ser proteínas como un trozo de pescado, carne o pollo. La otra porción debe ser tubérculos, menestras o arroz, en ese orden, pero no juntos”, recomienda Rocca.  “Se debe restringir el uso del azúcar y evitar los refrescos, gaseosas y yogurt. Se debe modificar estos hábitos y promover la actividad física. La familia también tiene que colaborar, los padres deben inculcar con el ejemplo”, advierte el doctor. Tenga en cuenta que los niños obesos pueden desarrollar, además, problemas psicológicos. No descuide a su niño.