Dinosaurios: Clasificación según su alimentación

Los restos fósiles de los dinosaurios hallados a lo largo de los años ofrecen mucha información significativa, que aportan la forma y disposición de las mandíbulas y la dentadura del depredador.

Por ejemplo, en el caso de los  herbívoros tienden a tener los dientes planos, que los ayudan a moler constantemente su alimento.

También se puede clasificar por la forma general del cuerpo del dinosaurio. En el caso de los herbívoros, poseían los cuellos largos que les eran muy útiles para conseguir alimento de las copas de los árboles.

Además, las hojas y plantas que solían comer los dinosaurios herbívoros eran de difícil digestión, por lo que gran parte del día se la pasaban comiendo y masticando.

CARNÍVORO

Entre los dinosaurios carnívoros habían los que se alimentaban de seres mucho más pequeños que ellos y otros que eran auténticos depredadores.

Se caracterizan por tener los dientes más curvados y cerrados, de modo que pueden penetrar más en el cuerpo de la presa.

También suelen tener la cabeza corta, grande y poseer un cuello muy musculoso.

De ello se deduce que su mandíbula les permitía arrancar bocados de carne de su víctima.

HERBÍVORO

De otro lado y para facilitar la digestión, algunas especies se tragaban pequeñas piedras para que pudieran moler la comida cuando esta se les revolvía en el estómago.

Diplodocus es uno de los más conocidos, que llegó a medir hasta 27 metros de largo y se calcula que pesaba unas 20 toneladas, aunque los nuevos estudios han bajado esa cifra hasta la mitad.