Más ALIADOS en camino: estos PAÍSES de América Latina se suman al operativo militar de EE. UU.

Varios países de América Latina respaldan, con distintos niveles de apoyo, el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe mientras aumenta la tensión con Venezuela y se amplía la cooperación regional contra el narcotráfico.

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Crece el bloque pro-Washington lista de países de Latinoamérica involucrados en el despliegue militar de EE. UU.
Crece el bloque pro-Washington lista de países de Latinoamérica involucrados en el despliegue militar de EE. UU. Crédito: Composición El Popular/Meredhit Yañacc.

El despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe —que incrementa la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro— ha recibido un apoyo creciente de países de la región, aunque con distintos matices: algunos gobiernos expresan un respaldo directo y otros imponen límites discursivos a su cooperación con Washington. Mientras tanto, los ataques de EE. UU. contra embarcaciones que asegura estaban ligadas al narcotráfico han dejado más de 80 muertos, sin presentar públicamente pruebas que sustenten esas acusaciones.

Trinidad y Tobago y Guyana: los aliados más firmes

Trinidad y Tobago ha adoptado la postura más abierta a las operaciones estadounidenses. Su primera ministra, Kamla Persad-Bissessar, respaldó plenamente el despliegue desde agosto e incluso advirtió que permitiría el acceso de EE. UU. para defender a Guyana si Venezuela toma acciones militares. La mandataria celebró los ataques de EE. UU. contra embarcaciones en el Caribe y habló de eliminar a los narcotraficantes "violentamente".

despliegue militar de EE. UU.

¿Quién se suma al operativo? Países de América Latina que participan en el despliegue militar de EE. UU.

Este acercamiento provocó que Caracas denunciara las maniobras como “provocaciones” y suspendiera acuerdos de gas, aunque ello no frenó nuevos ejercicios militares en el archipiélago. Ante crecientes rumores, el ex primer ministro Keith Rowley negó que exista algún pacto para usar el país como plataforma ofensiva, mientras recordaba que el acuerdo SOFA regula desde 2007 la presencia militar estadounidense.

Guyana, por su parte, respalda las maniobras de EE. UU. desde el inicio del despliegue. El gobierno guyanés considera que el narcoterrorismo y la delincuencia organizada representan riesgos severos para la estabilidad regional, e incluso mencionó al Cartel de los Soles como una amenaza. Caracas rechaza estas acusaciones por considerarlas un "invento".

En medio de las tensiones por la disputa territorial del Esequibo, el jefe del Comando Sur, Alvin Holsey, visitó el país para afianzar la cooperación militar y reforzar la "estabilidad regional", según comunicó la embajada estadounidense.

Expansión del despliegue: El Salvador, Panamá y República Dominicana

En El Salvador, imágenes satelitales mostraron la presencia de un avión AC-130J armado en la base de Comalapa, una instalación que históricamente alojaba aeronaves sin armamento. Expertos señalan que esta ubicación ofrece mayor alcance para las operaciones en el Pacífico, una ruta clave del narcotráfico. Aunque el presidente Nayib Bukele no ha comentado el despliegue, mantiene una relación cercana con Donald Trump, siendo el único mandatario latinoamericano recibido en su segundo mandato.

Panamá también ha sido partícipe de entrenamientos con militares estadounidenses, aunque su presidente José Raúl Mulino insistió en que estas actividades derivan de acuerdos bilaterales y no buscan involucrar al país en disputas con Venezuela.

Panamá, que desde 1990 no posee fuerzas armadas, ha sido un punto habitual para ejercicios militares estadounidenses, práctica reforzada por un memorando firmado en abril que amplía el uso de bases locales para estas operaciones.

En República Dominicana, el presidente Luis Abinader anunció acciones conjuntas con la DEA para fortalecer la lucha antidrogas, mientras el país ha participado en incautaciones de cocaína vinculadas a la Operación Lanza del Sur, el nombre del Pentágono para el despliegue actual. Operativos recientes en Pedernales reflejan esa cooperación directa, con varias intervenciones marítimas realizadas durante el fin de semana.

El peso operativo más amplio, sin embargo, cae sobre Puerto Rico, territorio estadounidense con la mayor concentración de bases militares de la región. Allí se han reactivado instalaciones como Roosevelt Roads y se ejecutan ensayos de desembarco anfibio, lo que incluso llevó a la FAA a emitir una alerta aérea por el aumento de vuelos militares. Además, EE. UU. mantiene otras bases en Cuba (Guantánamo) y Honduras (Palmerola), ambas relevantes para tareas logísticas y vigilancia, aunque no siempre con respaldo de sus gobiernos.

Finalmente, países fuera de la zona caribeña —como Ecuador, Paraguay y Argentina— han expresado apoyo político a Washington mediante la designación del Cartel de los Soles como organización terrorista. Estas decisiones, que cada gobierno fundamenta en la participación del grupo en actividades ilícitas transnacionales, refuerzan la narrativa estadounidense y añaden presión internacional sobre el gobierno de Maduro.

SOBRE EL AUTOR:

Periodista especializada en tendencias y actualidad. Licenciada en Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Certificada en SEO y Marketing Digital. Interesada en temas relacionados con tendencia, coyuntura nacional, farándula y más.

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