"Muchas víctimas estaban pálidas": testimonios del pánico vivido en trágica fiesta de Halloween en Corea del Sur [FOTO]
Testigos de la tragedia en Itaewon contaron que tuvieron que ponerse a reanimar a las personas que fueron cayendo como "domino" al pavimento.
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Corea del Sur se encuentra en un periodo de luto nacional tras la muerte de decenas de personas en la estampida que se produjo el sábado por la noche en Itaewon. Hasta el momento la tragedia ha causado al menos 153 muertos y 82 heridos, 19 de ellos de gravedad. La mayoría de victimas son adolescentes y ventinañeros.
La BBC en el lugar de los hechos recogió testimonios del pánico y caos total que se vivió en las estrechas calles, donde llegaron cientos de personas que formaron una estampida al punto de que les costó respirar y moverse. La mayoría de ellos, sufrió paro cardiorrespiratorio por la falta de oxigeno.
"Había decenas de miles de personas, la mayor cantidad que he visto en mi vida…hasta el punto de que nos aplastaron contra el pavimento", le reveló al medio citado el periodista independiente Raphael Rashid. "Una persona bajita como yo ni siquiera podía respirar", dijo una testigo citada por la agencia de noticias AFP.
Según Rashid "nadie entendía realmente lo que estaba pasando" y algunos policías estaban "parados encima de sus patrullas tratando desesperadamente de decirle a la gente que abandonara la zona lo antes posible". Asimismo, recalcó que "las personas en el medio sufrieron más".
"Murieron en manos de mis amigas"
El médico Lee Beom-suk le dijo a la emisora local YTN que había tratado de revivir a algunas víctimas con RCP, pero que "el número explotó poco después" por lo que "muchos transeúntes vinieron a ayudarlos" pues "los rostros de las víctimas estaban pálidos y muchos tenían la nariz ensangrentada".
"Me decían cómo sostener la cabeza y abrir la boca y cosas por el estilo. Estaba tratando de ayudar, pero ambas también estaban muertas. Debo decir que todas las personas que trajeron para hacer RCP, la mayoría de ellas ya no respiraba, por lo que no podían hacer nada. No pudimos hacer nada, ese fue el trauma principal", contó Ana, una española de 24 años, a la BBC.
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