Le dolía la cabeza, creyó que era por el estrés, pero recibió un diagnóstico que le cambió la vida

Las noticias más duras pueden venir muchas veces en el momento menos pensado, como le sucedió a Sunny Thukral, una joven de 26 años que estaba en el último semestre de la universidad en la Escuela de Veterinaria de UC Davis. Ella, al pasar por sucesos en lo personal que lo marcaron, pasó por niveles de estrés muy fuertes que empezaron a perjudicarle su vida.

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Al ser último el año de la universidad y como era de esperarse estaba con los tiempos ajustados para entregar los trabajos, lamentablemente no imaginó recibir un acontecimiento que lo devastó emocionalmente y fue el fallecimiento de su abuelo mientras estaba lejos de su familia. Además de terminar su relación con su pareja.

Tenías complicaciones en actividades que creían, era sencillo y comenzó a tener fuertes dolores de cabeza. "Tal vez solo necesito un medicamento para la migraña”, dijo Thukral para el portal Insider, pensando solo era un malestar pasajero, pero se equivocó porque los dolores siguieron después de un mes y fue entonces cuando sospechó que no era normal sus dolores.

Como los dolores eran cada vez más insoportables, fue en una oportunidad de emergencia a un hospital. Los doctores le realizaron una tomografía computarizada y después la ingresaron en camilla para darle los resultados. Dos días después, le diagnosticaron con un resultado seguramente duro de asimilar: Tenía glioblastoma en etapa 4, un cáncer cerebral que es agresivo y no tiene forma de curarlo

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Las esperanzas nunca se pierden

Los doctores fueron sinceros con su situación al decirle que muchos pacientes con este tumor cancerígeno viven algunos años más, pero todo depende de uno mismo porque ella jamás perdió las esperanzas de recuperarse y por eso pasó por una difícil cirugía para extirpar el tumor.

En realidad no lograron extraerle todo el tumor, si se sacó una gran parte, lo cual evitó que pierda la función motora del lado derecho de su cerebro y pasó por seis semanas de radioterapia para contrarrestar los efectos de esta enfermedad. Asegura que no se conformó con el diagnóstico de los médicos para seguir adelante en su vida.

"No voy a vivir mi vida en una línea de tiempo de dos, tres, cuatro años. Espero casarme de todos modos. Voy a tener hijos. Los voy a ver crecer. Voy a manifestar que eso suceda”, señaló. Por el momento recibe mensualmente quimioterapia de forma oral y recibe tratamientos alternativos como el cannabis, el cual la ayuda a mejorar su estado de salud.