Preso a punto de ser ejecutado pide retrasar su condena para poder donar un riñón

Un recluso de Texas, en Estados Unidos, que será ejecutado en menos de dos semanas pidió que se retrase su condena para poder donar un riñón. Ramiro Gonzales está programado para ser ejecutado mediante inyección letal por el asesinato de una adolescente.

Está previsto que Ramiro Gonzales, de 39 años, reciba una inyección letal el próximo 13 de julio por disparar fatalmente a Bridget Townsend, una joven de 18 años de Texas, cuyos restos fueron encontrados casi dos años, después de su desaparición en 2001.

En una carta enviada este miércoles, los abogados de Gonzales, pidieron al gobernador Greg Abbott que conceda una suspensión de 30 días para que el recluso pueda ser considerado un donante vivo “para alguien que necesita urgentemente un trasplante de riñón”.

Sus abogados han hecho una solicitud por separado a la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas para una suspensión de 180 días relacionada con la donación de riñón.

Los abogados dijeron que un equipo de trasplantes de la Universidad de Texas encontró que Gonzales era un “candidato excelente” para la donación debido a su raro tipo de sangre.

“No tengo duda de que el deseo de Ramiro de ser un donante altruista de riñón, no está motivado por un intento de detener o retrasar su ejecución. Iré a mi tumba creyendo en mi corazón que esto es algo que él quiere hacer para ayudar a que su alma esté bien con su Dios”, escribió Zoosman.

Si bien Texas permite que los reclusos donen órganos, una solicitud previa de Gonzales fue rechazada a principios de este año.

Una portavoz del Departamento de Justicia Criminal no dio una explicación sobre la decisión, pero los abogados del condenado afirmaron que se debió a que su ejecución era inminente.

También le pidieron a la junta de libertad condicional que conmutara su sentencia de muerte y permitiera que un asesor espiritual sostuviera su mano y su corazón durante la ejecución.

Mujer ahogó a sus tres hijos tras la muerte de su esposo

Molly Cheng, de 23 años, ahogó a sus tres hijos en un lago de Minnesota, en Estados Unidos, horas después de que perdiera a su esposo por suicidio. Las autoridades encontraron los cuerpos de la mujer y los menores en distintas partes del lugar. La Policía aún no sabe qué motivó los trágicos hechos del último viernes.