Un niño encontró un árbol de Navidad en la basura y le cambió la vida: "Nunca tuve uno en casa" [FOTOS]

Mientras rebuscaba en un vertedero, Gabriel Silva, un niño de 12 años encontró un pequeño árbol de Navidad. La escena que fue inmortalizada por un fotógrafo de la agencia de noticias AFP ha recorrido el mundo conmoviendo los corazones de todos pese a que no es suficiente para alimentar a su familia. Su historia se volvió viral en redes sociales.

Su caso comienza antes de las vacaciones de fin de año donde la imagen del menor, a simple vista desnutrido, esta blandiendo un abollado árbol de Navidad de plástico de más o menos unos treinta centímetros que despertó una cadena de solidaridad. “Nunca tuve un árbol de Navidad en casa”, dice el joven, que sueña con convertirse en futbolista profesional.

El niño Gabriel vive con su madre y sus dos hermanos en una casa humilde de adobe, el piso es tierra y el techo de paja, sin embargo, no ha sido impedimento para que todos sus seres queridos sobre todo los pequeños se emocionen porque esta Navidad tendrán un arbolito el cual han decorado con una estrella dorada en la parte superior así como bolas y una guirnalda.

Desde que la foto se hizo viral en redes sociales la familia ha recibido muchas donaciones. “Gracias a Dios hemos recibido suficientes canastas de comida para pasar la Navidad más a gusto”, señala María Francisca Silva, de 45 años, madre de Gabriel y quien gana 600 reales (unos 106 dólares) mensuales vendiendo los residuos reciclables del basurero en Brasil.

“Mi regalo favorito es la bicicleta”, cuenta Gabriel, quien la recibió de manos de una profesora de su escuela. Asimismo cuenta que cuando no esta en clase ayuda a su madre a recoger los desechos de la basura. “Si lo dejo en la calle, puede fumar droga, hacer cosas que no debe. Él me ayuda, yo estoy pendiente de que no siga un mal camino. Es un buen muchacho, siempre quiso ayudarme”, afirma la madre.

Pero ahora Gabriel se ha tornado una celebridad en Brasil. “Las personas no me dejan en paz, todo el día me buscan. Quieren sacarse fotos, preguntar cosas”, afirma el muchacho. Gracias al impacto de la foto de Gabriel su comunidad ha recibido ayuda. Finalmente, fundó una cooperativa para que los recolectores de residuos puedan hacer valer sus derechos.