Papa Francisco llena de elogios a nacimiento peruano: “Representa los Andes y simboliza la salvación”

Este viernes, el papa Francisco llenó de halagos el nacimiento peruano que adornará la plaza de San Pedro en el Vaticano. El diseño de la obra estuvo a cargo de unos pobladores de la comunidad de Chopcca, de la región de Huancavelica.

El sumo pontífice agradeció a la delegación peruana de Chopoca (Huancavelica), que se encargó del diseño del nacimiento peruano, así como el obispo Carlos Salcedo Ojeda y a Óscar Maúrtua, ministro de Asuntos Exteriores de Perú, quien estuvo presente en el acto.

Asimismo, el papa Francisco llenó de elogios a “los personajes del belén, realizados con materiales y ropas propias de esos territorios”, pues, según indicó, “representan a los pueblos de los Andes y simbolizan la llamada universal a la salvación”.

“Jesús, de hecho, vino a la Tierra en la concreción de un pueblo para salvar a todo hombre y mujer, de todas las culturas y nacionalidades. Se hizo pequeño para que pudiéramos acogerlo y recibir el don de la ternura de Dios”, añadió.

Cabe resaltar que el nacimiento peruano y el árbol serán iluminados esta noche en una ceremonia, que por cuestiones de mal tiempo no será realizado en la plaza de San Pedro, sino en el aula Pablo VI.

¿Cómo es el nacimiento peruano que estará en el Vaticano?

El nacimiento está conformado por 35 piezas elaboradas con resina fibra de vidrio y otros materiales que representa la cultura viva, las tradiciones y las experiencias de la comunidad peruana de Chopcca, Huancavelica.

Asimismo, tiene una “extracción de los elementos cotidianos en los Andes peruanos”, no solo en figuras humanas sino también en los animales, resaltando a las alpacas, los cóndores o las chinchillas.

Cabe resaltar que, durante su discurso, el papa Francisco pidió: “No dejemos que se contamine con el consumismo y la indiferencia”, añadió Francisco sobre la Navidad y recordó que “sus símbolos, especialmente el belén y el árbol decorado, nos devuelven a la certeza que llena nuestros corazones de paz, a la alegría del nuevo año”.

“El árbol y el belén nos introducen en el ambiente navideño que forma parte del patrimonio de nuestras comunidades: un ambiente de ternura, de compartir y de intimidad familiar. No vivamos una Navidad falsa y comercial. Dejémonos envolver por la cercanía de Dios”, finalizó.