Jerry Windle: el papá gay que adoptó y formó a un atleta olímpico [FOTOS]

Padre no es el que engendra, sino el que cría, y así lo demostró Jerry Windle, un padre soltero que cambió la vida de Jordan Windle, su hijo adoptivo y un atleta olímpico que llevó el nombre de Estados Unidos en alto al competir en los Juegos Olímpicos Tokio 2020.

La historia de Jordan, quien a la fecha tiene 22 años, no habría sido la misma sin Jerry, quien lo adoptó cuando solo tenía 18 meses en un orfanato de Camboya.

“Desde muy joven, siempre supe que quería ser padre. Eso era algo que formaba parte innata de lo que yo era”, contó Jerry al medio Buenos días América. Aunque las posibilidades para tener una familia eran casi nulas en la época de los 90s, Jerry no se rindió.

“Le prometí que sería el mejor padre que podría ser”

Un día encontró una publicación que narraba la historia de un hombre soltero que había adoptado un niño, lo que le dio las fuerzas suficientes para cumplir su sueño, por lo que empacó sus maletas y tomó un vuelo directo a Camboya.

En el país, conoció al pequeño Jordan, un menor de tan solo dos años que padecía de desnutrición, sarna y tenía graves infecciones que ponía en riesgo su salud, sin embargo, para Jerry eso no era un problema, pues para él, Jordan ya era su hijo.

“Cuando lo sostuve en mis brazos en ese primer momento, le prometí que sería el mejor padre que podría ser. Quería que su juventud estuviera llena de asombro. Esa ha sido mi misión desde el primer día”, contó.

Un sueño olímpico

Luego de cumplir con las solicitudes, finalmente pudo llevar a su hijo a Estados Unidos. Desde entonces, Jerry apoyó a Jordan para que cumpliera su sueño de ser el mejor clavadista del país.

Con 22 años de edad, Jordan complitió en Tokio 2020 representando a Estados Unidos en el Equipo Olímpico de Clavados. En medio de la competencia deportiva, Jordan aprovechó para narrar su historia y agradecer públicamente a su padre por todo el apoyo.

“Por lo general, puedo escuchar a mi papá entre todos en la audiencia, lo cual es increíble. No tenerlo en los Juegos Olímpicos será diferente…Hay mucha gente, muchos ojos puestos en mí. Me emociona poder rendir al máximo y demostrar que todo este arduo trabajo, con suerte, puede dar sus frutos”, dijo Jordan.