Estados Unidos concluye que el virus del COVID-19 “no fue diseñado como arma biológica”

La Oficina de la Directora de la Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Avril Haines, publicó el viernes 29 de octubre los resultados de su informe acerca del origen del SARS-CoV-2, virus que causa el coronavirus, en el que resalta que no fue desarrollado como “arma biológica” en China.

Las muchas agencias de la comunidad de inteligencia llegaron a una variedad de conclusiones sobre varias preguntas relacionadas con el origen del COVID-19, como si provenía de un animal o de un “incidente de laboratorio”.

Si bien la comunidad de inteligencia sigue dividida sobre los orígenes del COVID-19, han evaluado con “poca confianza” que el SARS-CoV-2 no es producto de ingeniería genética y que la transmisión del virus a los humanos es de manera natural.

Este informe es en respuesta a la directiva de mayo del presidente estadounidense Joe Biden de explorar los orígenes del SARS-CoV-2 y que el informe “se basa en información hasta agosto de 2021”.

El documento dice que la comunidad de inteligencia encontró que el SARS-CoV-2 “probablemente surgió e infectó a los humanos a través de una exposición inicial a pequeña escala que ocurrió a más tardar en noviembre de 2019 con el primer grupo conocido de casos de COVID-19 que surgieron en Wuhan, China en diciembre 2019”.

El informe señala que la mayoría de los analistas encontraron que la exposición natural era más plausible porque se sabe de las transmisiones de otros coronavirus.

Además, que en China es más propenso estas transmisiones de animal a humano debido a que cazadores y comerciantes venden animales vivos y sacrificados en mercados de todo el país, como en el popular mercado húmedo de Wuhan, en Huanan, y que los científicos chinos han señalado durante mucho tiempo como el sitio de propagación del primer brote a finales de 2019.