“No podía dejar que mi hijo se quedara sin un padre”: paciente superó el COVID-19 tras 144 días en UCI

Lo que empezó con un desmayo, pudo terminar con la vida de Paul Carpenter, un carpintero que fue diagnosticado con COVID-19 en el momento en que se encontraba en la sala de emergencias de un hospital en Estados Unidos.

Carpenter recibió la visita de su médico por unas molestias, sin embargo, nunca imaginó que se trataría del letal virus. Cinco días después de la visita de su médico en noviembre de 2020, se desvaneció y fue derivado de emergencias, donde empezó su pesadilla.

Paul pasó más de 100 días conectado a un ventilador y 40 días con el sistema de Oxigenación por Membrana Extracorpórea, también conocido como ECMO, una máquina que reemplaza la función del corazón y los pulmones.

Su esposa, Amy Carpenter relató que cada día una lucha para mantener a su pareja con vida, sin embargo, la idea de perderlo siempre la atormentaba. “Día a día empeoraba, pero Paul no estaba listo para morir”, dijo.

“No podía dejar que mi hijo se quedara sin un padre”

Tras una larga batalla contra el coronavirus, Paul logró salir de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y pudo recuperarse poco a poco y tras 144 días, logró recuperar su libertad el pasado 30 de marzo.

“No podía dejar que mi hijo se quedara sin un padre. Fue duro, pero luché durante 144 días”, contó Paul, quien también agradeció a los médicos que lo ayudaron a recuperarse, así como el equipo de atención en Unity Point Health Des Moines, donde acude para sus fisioterapias.

“Si no fuera por ellos, no estaría aquí”, dijo. Después de cinco meses de dejar el hospital, Paul aún continúa luchando todos los días para recuperarse de las secuelas del coronavirus.