Jair Bolsonaro critica medidas contra el coronavirus, y las compara con dictadura venezolana

Sin mascarilla, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, visitó una casa venezolana a una comunidad cercana a Brasilia el sábado 10 de abril. Allí, el mandatario brasileño dijo que “Brasil no se va a convertir en Venezuela”.

El momento de la visita quedó registrado en la página de Facebook de Jair Bolsonaro. Según el presidente, el régimen político de Venezuela le quitó gradualmente la “libertad” a los ciudadanos.

Lo comparó con las restricciones impuestas por gobernadores y alcaldes para intentar contener el avance del coronavirus.

“Estás viviendo la experiencia en Brasil, un poco de lo que es dictadura, con esta política de quedarte en casa, toque de queda, no puedes ir a la playa, no puedes hacer otra cosa”, indicó el mandatario brasileño.

“No es para salvarte. A todos nos preocupa la vida, pero esta política, en mi opinión, es sofocar la economía y deshonrar a Brasil de una vez por todas”, agregó.

Jair Bolsonaro siguió criticando al gobierno de Maduro e indicó que los venezolanos de clase media están “buscando comida en la basura”. El titular del Ejecutivo federal también citó a los expresidentes Lula da Silva y Dilma Rousseff.

“Todo el mundo sabe que Lula hizo propaganda por Hugo Chávez, Dilma también. Lula siempre ha sostenido que el régimen en Venezuela es muy bueno. Pero estás viendo lo que está pasando aquí”, dijo al señalar a las mujeres venezolanas que lo rodeaban, dando a entender que están atravesando dificultades económicas.

“No fui yo quien cerró la tienda y obligó al personal a quedarse en casa. Tengo el poder de hacer un encierro en todo el país. Pero no se hará”, indicó el mandatario brasileño.

“Nuestro Ejército no sale a la calle para obligar a la gente a quedarse en casa. Quédate tranquilo. Los que están haciendo todo esto son gobernadores y algunos alcaldes”, agregó.

Brasil es uno de los países más afectados por la pandemia en la actualidad, con más de 350 mil muertos por el virus y más de 13,4 millones de infectados.