Anciano repartidor se quedó dormido luego de una jornada de trabajo: hace sus envíos a pie

La pandemia de COVID-19 ha golpeado económicamente a muchas personas, sobre todo aquellos que ya venían con problemas previamente. Por eso, hay quienes hacen todo lo posible para sobrevivir en medio de esta crisis, como es el caso de Francisco Sánchez.

A pesar de su avanzada edad y las dificultades que esto representa para trabajar, a sus más de 70 años de edad decidió comenzar a trabajar de repartidor de comida para conseguir el sustento económico necesario en su hogar.

Por eso, Panchito, como lo conocen en México, ha sido visto en distintas ocasiones con su enorme mochila térmica a sus espaldas, mientras recorre kilómetros para entregar cada pedido. Lo más admirable es que lo hace a pie o en trasporte público, al no contar con un vehículo propio.

Recientemente Francisco fue visto durmiendo en un asiento del metro de la capital mexicana, luego de haber dejado todas sus energías en la jornada laboral. Encima de sus piernas llevaba la mochila que lo acompañó en todos sus viajes, sobre la cual apoyaba su cabeza para descansar mejor.

Desde ese momento, la fotografía se hizo viral en redes sociales, donde muchas personas han intentado contactar a la persona mayor para ayudarlo económicamente, sabiendo la situación en la que se encuentra.

Para otros, el señor Panchito ya era conocido. El usuario Eduardo Cortés compartió en su cuenta en la red social Facebook, unos meses antes en agosto de 2020, que conoció a este adulto mayor y mostró su admiración por él.

Y es que, este había sido anteriormente un entrenador de atletas de alto rendimiento, pero con el tiempo dejó el mundo deportivo y ahora solo busca una forma de conseguir un ingreso monetario.

“Mi hermano y su servidor tuvimos el gusto de conocer al señor Francisco Sánchez, donde nuestro reconocimiento es muy grande ya que el señor a sus más de 70 años se dedica a trabajar haciendo entregas a domicilio“, escribió Eduardo en la publicación.

En muchas ocasiones Francisco debe caminar hasta 5 kilómetros para llevar un pedido y, sin embargo, eso no lo detiene de salir cada día a trabajar. Y, en casos, estas jornadas suelen ser tan largas que se le agota la batería de su teléfono y el cargador portátil que compró le salió defectuoso, por lo cual Eduardo decidió donarle uno nuevo.

“El motivo de mi post es para reconocer la luz, energía y ejemplo que nos da el señor Panchito, sin olvidar que seguimos siendo seres humanos y que el apoyar y extender la mano a las personas como este señor que tienen la actitud y la iniciativa en esta vida, estamos nosotros para brindar un apoyo“, dijo.

Mientras, en otra publicación de la usuaria Patricia Roldan, el abuelo en un video agradeció la ayuda que ha recibido y dijo estar abierto a cualquier otro apoyo.