El partido olvidado de Argentina contra Cienciano en Cusco que sirvió para clasificar al Mundial 1974

Argentina, al quedarse sin Mundial en 1970 a manos de Perú, buscó desesperadamente clasificar a Alemania 74. Conoce la historia.

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Hubo una vez en la que Argentina enfrentó a Cienciano y luego fue campeón del mundo. El 'Matador' Kempes, la figura de la Albiceleste.
Hubo una vez en la que Argentina enfrentó a Cienciano y luego fue campeón del mundo. El 'Matador' Kempes, la figura de la Albiceleste.Fuente: Composición El Popular.

Un día como hoy, hace 50 años,  Cienciano tuvo el honor de enfrentar a la selección argentina en el estadio Garcilaso de la Vega, en un partido amistoso que formó parte de la aclimatación a la altura del cuadro albiceleste con miras al encuentro con Bolivia en La Paz, por las eliminatorias al Mundial de Alemania 74.

Argentina estaba en el grupo 2 de las eliminatorias con Paraguay y Bolivia, y solo el primero clasificaba al Mundial. Por eso, el entrenador Omar Sívori y la AFA planificaron trabajar con un equipo alterno la adaptación a la altura de La Paz (3625 msnm).

Miguel Ignamiriello se hizo cargo del equipo alterno donde estaban Ubaldo Fillol, Reinaldo Merlo, Juan José López,  Rubén Galván, Norberto Alonso, Ricardo Bochini, Mario Kempes, entre otros.

El cuadro albiceleste retornaría a Buenos Aires para viajar a Cusco (3399 msnm) y jugar un partido amistoso ante Cienciano. Jorge Vichera, entrenador del Papá, al saber que Argentina se aclimataba a la altura se contactó con Omar Sívori, técnico de los albicelestes, para proponerle un encuentro amistoso que se jugó el 30 de agosto de 1973.

La preparación empezó en Tilcara (2500 msnm) y luego en La Quiaca (3400 msnm) con un presupuesto reducido, sin comodidades y sufriendo penurias. Debido a esas incomodidades Norberto Alonso y Reinaldo Merlo renunciaron a la selección aduciendo maltratos.

LA SELECCIÓN FANTASMA

Por aquellos años, no había lujosos hoteles en Cusco. Mario Kempes en su autobiografía narró la experiencia que vivió en la Ciudad Imperial con la Selección Fantasma, que fue llamada así.

“Jugamos, ganamos y cobramos… pero menos de lo pactado. Los organizadores se quejaron de que Argentina había llevado un equipo con futbolistas desconocidos. Después de bañarnos llegamos al alojamiento y nos encontramos con otra sorpresa: se había declarado una huelga nacional a la que se habían adherido los cocineros y empleados del establecimiento”, refirió el Matador.

“El médico, el utilero y el masajista se ofrecieron para preparar la cena, pero al entrar a la cocina descubrieron que los únicos pollos estaban tirados por el suelo, cubiertos de moscas. Superada la repugnancia, los muchachos tomaron una porción de la recaudación y se fueron a un supermercado a conseguir las provisiones. Desde ese momento, ellos se encargaron de las compras y de la elaboración de las comidas”, recordó Kempes.

Marcelo Trobbiani, quien años después llegaría a ser entrenador de Cienciano,  también recordó esa experiencia. “Yo no sabía nada de Cusco, ni de la existencia de Machu Picchu hasta que vine con la selección argentina para jugar un partido amistoso con Cienciano. No tuvimos las comodidades que hoy tiene cualquier equipo”, rememoró.

El cotejo lo ganó Argentina 1-0 con gol de Mario Kempes (48’). Al día siguiente el cuadro gaucho visitó Machu Picchu.

Luego Argentina seguiría su adaptación a la altura y para costear su estancia en suelo peruano pactaron dos amistosos, ya que estaban prácticamente olvidados por la AFA. El 6 de setiembre en Arequipa vencieron a Melgar 1-0 y tres días después en Puno ganaron 4-3 a Alfonso Ugarte.  Esos encuentros le sirvieron a Argentina para domar la altura, ya que días después, el 23 de setiembre, vencieron 1-0 a Bolivia en La Paz, que fue clave para clasificar al Mundial de Alemania 74 y curar la herida que fue la no clasificación a México 70 al ser eliminada por Perú.

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