Guillermo La Rosa agradecido por el homenaje que recibirá de Nacional junto a Cueto

Como reza la canción del Gran Combo de Puerto Rico, “lo que me vayan a dar, que me lo den en vida”. Y así, Atlético Nacional de Medellín tuvo un hermoso gesto con Guillermo La Rosa y César Cueto, a quienes homenajeará mañana en la Noche Verdolaga en el estadio Atanasio Girardot, previo al amistoso con Alianza Lima.

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El Tanque, quien junto con el Poeta de la zurda campeonó en el cuadro Paisa en 1981, recuerda esa etapa, siempre agradecido por todo lo que vivió.

—¿Qué siente ser homenajeado por Atlético Nacional?

—Contento por este reconocimiento de la dirigencia de Atlético Nacional hacia César como a mi persona. No lo esperábamos, pero qué lindo es saber que nos tienen una gran consideración.

—Ha pasado 40 años de su etapa en Atlético Nacional y la gente lo sigue recordando.

—Pienso que es por el amor, la identificación y porque nos dimos íntegros al equipo durante esa etapa y en especial por ese título que conseguimos en 1981. Yo pensé que se habían olvidado de uno. No quiero ensalzarme, no es mi estilo, pero han pasado 40 años y es lindo que la gente sienta cariño por uno.

—¿Cómo llega al club verdolaga?

—Yo llego primero, luego del Mundial de Argentina 78 y tras ser campeón con Alianza Lima, luego se sumaría César. Estuve en dos etapas entre 1979-1981, en 1982 pasé a Alianza y al año siguiente regresé a Nacional. Recuerdo que allá el nivel de exigencia era diferente, se entrenaba en doble turno, mientras que acá se trabaja en un solo turno. Nos supimos adaptar a ese nivel y pudimos desarrollar nuestro talento.con pacho maturana

— ¿Cómo era Oswaldo Zubeldía, quien lo dirigió en Nacional y fue el maestro de Bilardo?

— Fue un adelantado a la época, gran estratega y sabía llegar al jugador. Recuerdo que Carlos Bilardo y Eduardo Luján Manera siempre lo visitaban para pedirle consejos. Bilardo luego llegaría a ser campeón del mundo con Argentina en México 86.

—¿Con quiénes jugó en Nacional?

—Con Pacho Maturana, Pedro Sarmiento, Sergio Santín, con quienes uno se divertía jugando.

—¿Cómo lo recibieron en el Nacional, tras la clasificación de la selección al Mundial de España 82, donde Perú eliminó a Colombia y usted le hizo un gol?

—Muchos pensarán que se molestaron conmigo y César porque los eliminamos, pero nada de eso. Por el contrario, nos felicitaron y nos homenajearon.

—Por esos años hubo la guerra de los cárteles, ¿cómo vivió ese tiempo?

—Con César nunca tuvimos problemas, porque cuando llegamos, los dirigentes nos recomendaron de la casa al entrenamiento y viceversa. Nos portamos bien y gracias a Dios nunca nos pasó nada.

— ¿En 1984, por qué dejó el Nacional para jugar en el América de Cali?

—Es que en Medellín la cosa se había puesto fea por el Cártel de Medellín. Y, en América de Cali, nos fue bien con César porque campeonamos en 1984.CON EL ENEMIGO

—¿Alguna vez Universitario lo quiso contratar?

—Sí, la “U” me quiso contratar. Recuerdo que el Gordo González, cuando recién empezaba como dirigente, fue el encargado para convencerme, pero no acepté por mi identificación y cariño por Alianza Lima, al que no podía hacerle eso.

—¿Qué le parece este Alianza Lima que ha bicampeonado?

—Contento, pero eso ya pasó y tiene que mantener la regularidad, se está reforzando bien para lograr el tricampeonato y pelear en la Copa Libertadores para borrar esa mala imagen.

—¿Cómo se imagina este sábado en el Atanasio Girardot en el homenaje a usted y Cueto?

—Hace como ocho años que no voy a Medellín y cada vez que viajo, la gente me trata con cariño. Con César algo bueno debemos haber hecho, aparte de jugar el fútbol, para que la gente nos recuerde hasta ahora.

—Muchas gracias, don Guillermo, solo falta que Alianza Lima le rinda un homenaje, igual que a César Cueto.

—A César, en especial. Si llega en algún momento, bienvenido sea, igual soy un agradecido a Alianza Lima.