Pedro Requena, ídolo de Sport Boys, recuerda lo que le dieron por campeonar en 1984: “Nos invitaron un almuerzo”
Recuerda que pensaron que les iban a dar un premio, pero grande fue la sorpresa. Fue seleccionado y no olvida un 2-2 con Uruguay.
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Sin necesidad de pegar o ser rudo, Pedro Requena impuso un estilo como zaguero central en el fútbol peruano entre 1978 y 1997. El recordado Perico, hoy como entrenador de menores, analiza el presente de la selección, su especialidad, los centrales, y recuerda aquel plantel de Sport Boys que campeonó por última vez en Primera en 1984.
—¿Le sorprende este rush final de la selección que de estar penúltimo, hoy está en zona de repechaje?
—Creo que ha sido más por los resultados que en el accionar del equipo. Cuando el objetivo es llegar al mundial, es en base al puntaje, mas no necesariamente con siempre jugar bien.
—¿Alguno de los centrales de la selección lo ha sorprendido?
—Todos están parejos. No veo una gran diferencia entre ellos, cuando se han hecho las modificaciones el accionar ha sido muy parecido. No puedo hablar más de uno que de otros. En esta última recta la selección ha tenido regularidad defensiva que al inicio de las Eliminatorias.
—¿Qué cree que pasó en esa jugada de Callens contra Ecuador que terminó en gol?
—Parece que se confió un poco del balonazo largo. Luego hubo otra parecida que por suerte no fue gol. Esas jugadas son por la falta de ritmo. Antes de esta fecha doble la selección jugó dos amistosos porque no se jugaba el campeonato y tampoco la MLS y aun así parece que esa falta de ritmo lo afectó.
—Uruguay se caracteriza por el juego aéreo, ¿cómo contrarrestar ese bombardeo en el Centenario?
—Hay que estar bien aplicados en ese tema, pero para esa fecha los muchachos estarán con ritmo.
—¿Qué impresión de Uruguay?
—Ha tenido dos triunfos y se ha podido ver una mejora sustancial que lo han metido en el mundial hasta el momento.
—Suárez es muy teatrero y fabrica penales.
— Esperemos que el árbitro sea imparcial y no localista, pues algunos ante la duda favorecen al local. Jugar en el Centenario con el estadio lleno es bravo, porque la hinchada juega su partido y ojalá el árbitro no sienta esa presión.
—¿Recuerda algún partido especial contra Uruguay?
—Uruguay y Chile son las selecciones que más me tocó enfrentar. Recuerdo ese amistoso en 1985 antes de las Eliminatorias en el Centenario, empatamos 2-2 con esa jugada de Malásquez que le rompió la cintura a un defensa y que terminó en gol de Velásquez.
—Siendo central, ¿por qué no era de pegar?
—Empecé como volante intentando jugar y mantuve ese estilo cuando pasé a jugar como defensa central.
¡VAMOS BOYS!
—¿Qué recuerda de ese plantel de Sport Boys que campeonó en 1984?
—Pasaron 38 años de ese título y nos satisface haber formado parte de ese grupo que era corto, pero tenía una mística importante y la sapiencia del profesor Marcos Calderón, que supo manejar el grupo y sacarlo campeón nacional.
—¿Es cierto que no hubo premio por ser campeón?
—Así es, una vez finalizado el campeonato nos invitaron un almuerzo y pensamos que íbamos a recibir un buen premio, pero no fue así. Fue algo negativo porque el jugador tiene una vida corta y es merecido un premio cuando se logran los objetivos.
—¿Por qué no hubo premio, qué le dijeron los dirigentes?
—Era nueva directiva que estaba tratando de modificar la forma de cómo se manejaba anteriormente el club. Los jugadores que conformaron ese equipo se sentían identificados con el club y eso fue un factor importante. Al final, quedó la satisfacción de haber cumplido el objetivo principal de salir campeones.
—¿Cómo ve el presente de Boys?
—Ojalá Boys pueda mejorar en lo administrativo y el hincha tiene que estar en las buenas y en las malas, porque Boys es un club muy querido y necesita de la ayuda de sus hinchas. Los últimos años peleó la baja y este año vuelve un torneo internacional (Copa Sudamericana). Esperemos que siga así.
—¿En qué proyecto está abocado?
—Trabajo en Arequipa, en la Universidad San Agustín, ya tengo más de 20 años en esta labor y, aparte, tengo mi escuela de fútbol.
—Gracias por su atención.
—Por el contrario, agradecido que a uno lo consideren para conversar de estos temas.