El vuelo 9525 de la aerolínea de bajo costo alemana Germanwings estaba programado para aterrizar en la mañana del 24 de marzo de 2015, en el aeropuerto de Düsseldorf. Sin embargo, Andreas Lubitz, de 27 años, contaba con intenciones diferentes.
Este trágico episodio desentraña los orígenes de una mente perturbada, que volvió a estar en el ojo público, gracias a una nueva investigación de un medio alemán que se volvió viral en las redes sociales. Donde se revelan detalles de lo que sería la peor catástrofe aérea europea de la década.
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El día del nefasto vuelo, Lubitz salió temprano de su casa, que se ubicaba a media hora del aeropuerto de Düsseldorf, donde solía pasar tiempo con su novia. En el vuelo iba con el comandante Patrick Sondenheimer y partieron rumbo a la ciudad española de Barcelona, ahí el copiloto no mostraba indicios de su macabro plan.
A las 10:01 de la mañana, el avión sale de El Prat de Barcelona y despega con 26 minutos de retraso, Las condiciones climáticas eran buenas y a las 10:10, el avión sobrevuela Toulon, Francia. El experimentado piloto Patrick Sondenheimer aprovecha que están alcanzando la altitud crucero y le avisa a su copiloto Lubitz que irá al baño. No ha tenido tiempo de hacerlo en el aeropuerto. Lubitz, encantado, contesta: “Ve cuando quieras”.
A penas sale el capitán de la cabina de mando, el copiloto de 27 años, activa el cierre de la puerta blindada. Una herramienta activada desde los atentados terroristas del 9/11 en Nueva York, donde Lubitz planea el descenso de manera acelerada.
Restos del accidente aéreo del vuelo 9525 de Germanwings,
Dicha acción llama la atención de las 150 personas a bordo, en especial del capitán, que intentó por todos los medios conseguir abrir la puerta, pero sin respuesta alguna. La dramática escena invade a los pasajeros que comienzan a dar cuenta de la situación, mientras las torres de control aéreo, envían un avión caza Mirage 2000 para que salve la vida quienes están a bordo, pero sin mucho éxito.
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De acuerdo con una investigación realizada por el medio alemán Bild, se diagnosticó que Andreas Lubitz había estado bajo tratamiento psiquiátrico. Asimismo, quien lo estaba evaluando había determinado que tenía una posible psicosis, donde le había determinado tratamiento hospitalario. Dicho análisis había sido emitido el 10 de marzo del 2015. Solo dos semanas antes.
El copiloto alemán era un aficionado al deporte, especialmente de maratón.
Dicho medio mencionó que, el alemán, de 27 años, afrontaba una depresión desde el 2008 y llevaba apoyo psicológico. Pero, esta información fue omitida por él para terminar sus estudios de aviación. Asimismo, una de sus compañeras de trabajo comentó que siempre hablaba de "hacer algo que todo el mundo recuerde su nombre".
Además, peritos allanaron el lugar de vivienda de Lubitz y descubrieron que días antes había estado buscando en internet métodos con los cuales terminar su vida. Esto tras haber sido diagnosticado con anterioridad, una enfermedad ocular, llamada miodesopsias. Este trastorno de la vista se manifiesta, sobre todo, cuando se miran superficies claras, como el cielo o la nieve. Provoca que se vean destellos o como si hubiera moscas volando
Sin embargo, uno de los motivos que llevó a su decisión de estrellar el avión fue, que un día antes de la tragedia, había roto con su novia. Una relación de más de siete años, con los que tenía planes de casarse. Por lo que, el copiloto alemán decidió acabar con su vida y llevarse consigo a los 150 pasajeros del vuelo 9525.
Periodista y bachiller graduado de la UPC con mención en deportes. Redactor web en El Popular e interesado en temas de actualidad, bailes, entretenimiento, series y deportes.