En los últimos segundos como presidente de Chile, Sebastián Piñera aprovechó en despedirse de la piocha de O'Higgins, uno de los símbolos más importantes del cambio de mando. Sin embargo, Gabriel Boric nunca se imaginó que lo haría de una peculiar manera antes de dársela.
Gabriel Boric estaba esperando sentado que el Congreso concrete el protocolo de la sucesión. Mientras se realizaba el traspaso de la banda presidencial y la piocha de O’Higgins, ocurrió un impensado gesto que lo hizo abrir los ojos.
Resulta que Piñera besó la piocha antes de dársela a su sucesor. Boric no pudo evitar hacer un gesto de asombro y de asco, por el acto del expresidente, algo no protocolar. La reacción del nuevo mandatario chileno fue capturada por canales de televisión y las redes sociales, como TikTok.
La piocha de O’Higgins se pasa de presidente en presidente. Se dice que al mandatario que se le cae la piocha tendrá un gobierno tormentoso o incluso no culminaría su mandato.
El mito surgió cuando el distintivo se le cayó al presidente Arturo Alessandri, quien mencionaría “Mal agüero me acompaña”. Palma no terminó su periodo presidencial y dejó el mandato tras el Ruido de Sables en 1924.
Las palabras del mandatario se remontaron a que en 1886 se le cayó la piocha al presidente José Manuel Balmaceda, quien tampoco pudo terminar su mandato, producto de la guerra civil de 1891.
La última vez que se cayó fue el 2018 en Cerro Castillo tras la segunda asunción de Piñera, cuyo gobierno terminó con un estallido social, una pandemia y dos acusaciones constitucionales en su contra.
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