Una gata callejera en Turquía demostró que estaba dispuesta a ir más allá de sus instintos maternos. Como sus gatitos no estaban bien de salud, tomó el asunto con sus ‘propias manos’ y corrió presurosa con ellos hasta la veterinaria más cercana.
Turquía es famosa por albergar una serie de animales callejeros, especialmente perros, pero fue un gato el que ocupó los titulares de la prensa turca.
El personal de los veterinarios en el distrito Karabaglar de Izmir fue tomado por sorpresa cuando la gata deambuló durante un día, con un gatito en la boca, aparentemente con total claridad de adónde iba, y lo dejó allí.
Al día siguiente, la gata regresó con otro gatito, quien no dejaba de maullar. Tras una revisión de los especialistas, se hizo evidente que ambos gatitos tenían algo mal en sus ojos. Las vistas de ambos mininos estaban bien cerradas, probablemente producto de una infección.
“Estábamos familiarizados con esta gata”, indicó un trabajador de la veterinaria en una entrevista con el medio turco Daily Sabah. “Ella era una gata callejera que deambulaba cerca de aquí, y solíamos darle comida y agua. No sabíamos que dio a luz a gatitos”, agregó.
Al ver que los gatitos no estaban bien, los veterinarios les administraron las gotas para los ojos. “Les dimos unos medicamentos y empezaron a abrir los ojos, y luego los trasladamos a la clínica veterinaria”, contó el veterinario.
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