Qué significa bañarse siempre por las noches, según la psicología

Ducharse por la noche es una costumbre que muchas personas incorporan a su rutina diaria por razones como la relajación o la higiene. Sin embargo, según especialistas en comportamiento, esta práctica podría tener efectos más significativos en nuestra salud mental y bienestar general. Aunque no es un hábito común para todos, diversas investigaciones indican que una ducha nocturna puede ser una excelente forma de preparar tanto el cuerpo como la mente para un descanso profundo, favoreciendo así un sueño más reparador.

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Qué significa bañarse siempre por las noches, según la psicología

Según la psicóloga y experta en comportamiento, Dra. Jennifer L. Miller, tomar una ducha por la noche puede ser una excelente manera de “indicarle al cerebro que es momento de relajarse”. El agua caliente, junto con la sensación repetitiva del agua en la piel, favorece un estado de tranquilidad y calma. Esta práctica no solo limpia, sino que también disminuye los niveles de cortisol, la hormona asociada al estrés, lo que es clave para reducir la ansiedad y facilitar el paso a un estado de descanso. Así, transformarse en un ritual nocturno puede ser ideal para desconectar después de un día agitado.

Por otro lado, la Dra. Sheryl R. K. Watts, especialista en comportamiento, subraya que “la temperatura corporal es fundamental para regular el ciclo de sueño”. Al ducharse con agua caliente, la temperatura de nuestro cuerpo aumenta, y luego, al salir del agua, comienza a descender, lo que envía señales al cerebro para indicar que es momento de descansar. Este enfriamiento gradual favorece la somnolencia, ayudando a que nos durmamos más rápido y profundamente.

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Beneficios de bañarse en la noche para la salud mental

La ducha nocturna también tiene beneficios para la salud mental. Andrea H. Nichols, terapeuta y coach de bienestar, destaca que “puede ser una forma poderosa de autocuidado”. Aparte de sus efectos físicos, esta práctica proporciona una sensación refrescante, permitiendo desconectar emocionalmente de las tensiones diarias. En lugar de irse a la cama con pensamientos agobiantes, la ducha nocturna se convierte en un espacio para resetear, favoreciendo el bienestar general.