La leucemia es un término que describe el cáncer de células sanguíneas, según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos. Los tipos de esta enfermedad dependerá basándose en si es aguda (rápido crecimiento) o crónica (crecimiento más lento).
En este sentido, a la leucemia mieloide aguda (AML, por sus siglas en inglés) se le conoce por muchos otros nombres como: leucemia mielocítica aguda, leucemia mielógena aguda, leucemia granulocítica aguda y leucemia no linfocítica aguda.
La leucemia mieloide aguda (AML) es un tipo de leucemia aguda, esto quiere decir que empeora si no se trata rápidamente.
Se origina en la médula ósea, exactamente en la parte blanda del interior de ciertos huesos, donde se producen las nuevas células sanguíneas. En algunas ocasiones se propaga a otras partes del cuerpo como los ganglios linfáticos, el hígado, el bazo, el sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal), entre otros.
Los síntomas más comunes de esta enfermedad pueden presentarse días antes del diagnóstico y pueden ser:
Esta leucemia sucede cuando hay cambios en el ADN de las células de médula ósea. Se desconoce la causa exacta de estos cambios genéticos. No obstante, existen ciertos factores que aumentan el riesgo de desarrollar leucemia mielógena aguda.
La tasa de supervivencia a largo plazo oscila entre el 20 y 40% en forma global, pero es del 40-50% en los pacientes más jóvenes tratados con quimioterapia intensiva o trasplante de células madre.
Somos el equipo de Vida de El Popular informando sobre COVID-19, recetas, enfermedades, salud, economía, nutrición, manualidades, belleza, mascotas, psicología y más.