Existen muchos mitos sobre la higiene de los pacientes con COVID-19. Hay quienes creen que la exposición a temperaturas altas mata el virus e incluso puede prevenir el contagio de otros familiares. Mientras que otras personas consideran que bañarse con agua fría fortalece nuestro sistema inmunológico. ¡Tenemos la respuesta a tus interrogantes!
En primer lugar, hay que reconocer el estado del paciente de acuerdo a su sintomatología y tratamiento. Si se trata de un paciente dependiente, lo mejor es evitar moverlo y realizar baños de esponja. Utiliza poco jabón y agua tibia, colocando una toalla debajo del infectado para evitar mojar la cama.
Para las personas asintomáticas o con síntomas leves, se recomienda el baño con la temperatura a la que estás acostumbrado. Recuerda cuidarte de las corrientes de aire para evitar empeorar los cuadros respiratorios como la neumonía . En lo posible, reduce los baños durante la semana pero continúa con el lavado de manos.
Según la OMS, bañarse con agua caliente no proporciona protección contra el virus. Esto se debe a que nuestra temperatura corporal no cambia con el calor de la ducha. Es importante que el agua se encuentre tibia para evitar quemaduras en la piel que causen incomodidad en la recuperación.
La única forma de protegerse es con el uso de mascarillas, distanciamiento social y vacunación. Asimismo, la ropa de los pacientes infectados debe lavarse con regularidad y no mezclarla con la de los otros miembros de la familia.
Redactora para la web e impreso de “El Popular”. Me encanta entrevistar. Amante de los libros, el terror y Disney.