¡Atentos! El coronavirus es una enfermedad que no tiene ni dos años en el planeta, por eso es que hay muchas especulaciones sobre los tratamientos y síntomas que tiene o debe hacer una persona para contrarrestarla.
Dentro de una de las cosas que se dice no hacer es bañarse pues la COVID-19 tiene relación a una gripe estacionaria que se agravaría al exponerse al agua fría.
Y, ante el incremento de contagios en el Perú, Luis Pacora, médico, responde a esta interrogante muy consultada por los personas que tienen o conocen a alguien infectado por el SARS-CoV-2.
El Dr. Pacora señala que es primordial conocer el proceso natural que sigue el coronavirus, es decir, en sus tres etapas: el periodo de incubación, cuadro clínico y fase de recuperación.
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Esta dura aproximadamente una semana. El virus ingresa por las vías respiratorias y origina una infección en el cuerpo. Durante esta fase pueden aparecer diversos síntomas que se pueden confundir con un resfrió o fuerte gripe.
Este aparece en la segunda y tercera semana. Aquí los síntomas más recurrentes son la perdida del olfato o gusto, diarrea, fiebre constante, dolor de cabeza intenso, fatiga, dificultad para respirar nauseas.
Durante esta fase es fundamental el tratamiento médico pues en ella se decide si la persona logra vencer la enfermedad. La alimentación aquí es una de las clave.
En esta fase final, el virus sigue presente en el cuerpo pero la persona se muestra más estable, sin embargo hay que estar atentos pues no hay que confiarse ya que la enfermedad es engañosa y al mínimo descuido podría haber una recaía.
"Por dos motivos es muy importante considerar que si usted tiene COVID-19 debemos evitar la ducha o el baño en la semana de peligro. Por un lado, según la Universidad de Colorado, hay gérmenes en los cabezales de la ducha y recordemos que estamos en una semana crucial, dado que el virus va causando una inflamación a nivel del pulmón y esto puede ser agravado por infecciones bacterianas", aseguró el Dr. Pacora.
Científicos españoles identificaron manifestaciones cutáneas en pacientes infectados del coronavirus durante la primera ola de la enfermedad que azotó el país, el estudio fue publicado en la revista británica especializada British Journal of Dermatology. Estas lesiones pueden ser:
“La gente debe ser consciente de que COVID-19 es realmente un tipo de gripe, por lo que tiene muchos síntomas en común”, dijo Paulo Sergio Ramos, especialista en enfermedades infecciosas de la Fiocruz Recife, al medio BBC.
“La gripe suele ser la única que nos hace sentir dolor muscular. Y generalmente dura entre tres y cinco días. Estos podrían ser indicios de que se trata de un virus común”, dijo Heloisa Ravagnani, presidenta de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas del Distrito Federal, en Brasil.
Los síntomas de resfrío suelen ser más leves como: mocos, congestión nasal, tos y dolor de garganta. En el caso de la rinitis alérgica pueden causar secreción y congestión nasal, pero generalmente se caracteriza por los estornudos y es poco probable que causen tos o fiebre.
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Según la evaluación de los pacientes que han superado el COVID-19, el coronavirus SARS-CoV-2 deja innumerables secuelas entre ellas: fatiga, problemas neurológicos, asnea, disnea, daños en los pulmones, trombosis, afecciones al corazón y al riñón.
Muchas personas han presentado síntomas que pueden ser compatibles con el coronavirus pero no saben exactamente si lo han tenido debido a las diversas manifestaciones que este tiene en el cuerpo.
Lo recomendado para saber si uno tuvo el virus es realizarse un test serológico, pero Nicolás Muena, investigador de la Fundación Ciencia & Vida, dice que "este examen puede detectar anticuerpos Igg, pero hay pacientes que producen muy poco Igg o que bajan sus niveles muy rápido, entonces, después de tres o cuatro meses, pueden ser indetectables, en una cierta proporción de pacientes".
La alteración del sentido del olfato es un síntoma frecuente en pacientes COVID-19. Al inicio de la pandemia, los trastornos más conocidos eran la hiposmia que se caracteriza por la reducción de la sensación olfativa y la anosmia o nula percepción de olores.
Sin embargo ahora la parosmia que es la confusión de olores o distorsión olfativa, y la fantosmia o invención de aromas, podrían ser nuevas secuelas del coronavirus .
El Dr. Omar Gonzáles, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Guillermo Almenara Irigoyen, explica que, a consecuencia de que el virus SARS-CoV-2 se aloja en el epitelio respiratorio, éste llega a afectar al neuroepitelio olfatorio y provoca que los pacientes no sientan, confundan o alucinen olores.
Las autoridades sanitarias anunciaron que las personas con enfermedades cardiovasculares como fallas cardíacas, hipertensión o diabetes presentan una situación de vulnerabilidad ante el virus.
Por esta razón recomiendan que para evitar el contagio de COVID-19 deben de seguir las mismas prácticas que indican las entidades de salud, pero un poco más estrictas pues no cuentan con un sistema de defensa apropiado.
Periodista especializada en tendencias e internacionales. Graduada en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Redactora en el Popular. Interesada en temas relacionados con el medio ambiente, derecho de los animales, comunidades nativas y apoyo social.