
Llevarse bien con los suegros a veces no es tarea fácil, los padres de la pareja sienten al nuevo integrante como un intruso a su núcleo ya conformado. Si a esto le sumamos la convivencia obligada, en muchos casos, que se generó debido a la crisis por la pandemia, el problema se incrementa.
El psicoterapeuta Gino Cavani nos da algunas claves sobre este tema.“La emergencia sanitaria y la cuarentena han generado crisis en la aceptación y adaptaciones muy complejas en nuestra sociedad. Nadie estuvo preparado para adaptarse inmediatamente al “encierro forzado”, dijo.
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“La pareja debe emanciparse. Esta búsqueda de la personalización de los hijos, no hace menos padres a los padres. Uno siempre los necesita, pero con cambios en las reglas de la relación”, acotó.
Igualmente, el especialista indicó que “una persona de edad avanzada debería estar en capacidad de formular una valoración sabia de la aceptación de los hijos como personas independientes y libres en su propio espacio”, puntualizó.
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Un matrimonio tiene más opción de perdurar si hay distancias entre el nuevo hogar y las familias políticas. Mantén tu relación como prioridad. Habla con tu pareja para evitar que personas externas “envenenen la relación”, hazle saber que esperas que te defienda de ser necesario. Sé prudente: si te llevas muy bien con tus suegros guarda los límites. Lo peor que puedes hacer es ventilar los asuntos de pareja con ellos.
Si te casaste y tiendes a escuchar demasiado a tus padres recuerda que las decisiones de casa se toman solo con tu pareja. Date la oportunidad de conocerlos (a tus suegros o a tus nueras y yernos). Evita guiarte por lo que has oído por otros.
Según el Dr. Cavani, hay tipos de familia en las que se niega la individualidad de sus miembros y no se admiten nuevos integrantes. “Cuanto más rígida es la familia de origen de la pareja, más compleja será la inclusión del nuevo personaje en la familia“, indicó.
“En una familia rígida se niega la individualidad de sus componentes: hijos y sistema conyugal. La llegada del novio o novia, “romperá” esa rigidez, generando inestabilidad. En estas familias impera que los miembros del sistema sigan unidos, que nadie ni nada los separará”, agregó.
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“Los problemas que se suscitan en las familias numerosas, son los de límites y fronteras entre los distintos subsistemas familiares. Los abuelos asumirían roles que ya no les corresponde”, remarcó.