La leucemia mieloide crónica es un tipo de cáncer de la sangre. Se origina en las células progenitoras de la médula ósea causadas por una alteración cromosómica específica.
Según datos del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), se diagnostican alrededor de 35 casos por año, más del 65 % corresponde a hombres, y alrededor del 50 % son pacientes jóvenes.
LEE MÁS: Mascotas: Cuidado con la alergia primaveral en perros
La característica de esta neoplasia es la presencia de un oncogén bcr-abl que promueve la multiplicación desordenada de células mieloides leucémicas en la médula ósea, alterando de esta forma la producción de plaquetas y glóbulos rojos.
“Las células leucémicas crecen, se dividen y se almacenan en la médula ósea para luego extenderse a la sangre periférica. Es durante ese periodo que estas células también podrían invadir otras partes del cuerpo”, sostiene el doctor Víctor Mallma, oncólogo de Oncosalud.
MIRA TAMBIÉN: COVID-19: Recetas para combatir la anemia
El especialista indica que las leucemias pueden clasificarse en agudas y crónicas. La leucemia de tipo aguda evoluciona rápidamente y deteriora al paciente en pocas semanas, en cambio la leucemia mieloide crónica (LMC) tiene una evolución pausada y deteriora al paciente lentamente.
Por lo general el paciente puede presentar de manera progresiva cansancio, debilidad, dolor óseo, fiebre, pérdida de peso, sensación de llenura precoz al momento de comer, dolor abdominal (por el crecimiento del bazo).
PUEDES VER: ¿Cómo evitar quebrar o cerrar mi emprendimiento gastronómico?
“Lo más importante al inicio, es realizar una adecuada historia clínica a cargo de un médico entrenado y especializado en estas patologías”, sostiene el especialista.
Explica que posterior a la evaluación se tiene que realizar un hemograma como estudio inicial para diagnosticar la enfermedad. No obstante, debe ser corroborado con un aspirado de médula ósea que es la extracción de una pequeña cantidad de tejido medular en forma líquida para analizarlo.
La leucemia mieloide crónica es un tipo de cáncer de la sangre. Se origina en las células progenitoras de la médula ósea.
LEE MÁS: COVID-19: ¿Cómo hablar con los niños sobre la pérdida de un ser querido?
Es desde el año 2003 que los tratamientos para esta enfermedad dieron un giro radical, a raíz de la publicación de los primeros estudios de tratamiento dirigido.
“Los recientes estudios demuestran que las células tumorales de la leucemia mieloide crónica (LMC) contiene un gen anormal BCR-ABL el cual conduce el desarrollo y progresión de la enfermedad. Los tratamientos actuales están dirigidos a bloquear este gen”, refiere Mallma.
Señala que actualmente el tratamiento se realiza con inhibidores de tirosina kinasa (TKI), que son pastillas que el paciente debe tomar indefinidamente y con ello la mayoría puede tener una sobrevida larga al igual que una persona diabética o hipertensa que cumple estrictamente su medicación.
Periodista especializada en tendencias e internacionales. Graduada en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Redactora en el Popular. Interesada en temas relacionados con el medio ambiente, derecho de los animales, comunidades nativas y apoyo social.