La música, como forma universal de expresión, ha encontrado su camino hacia uno de los aspectos más íntimos de la experiencia humana cómo el acto sexual. La conexión entre la música y la actividad sexual ha fascinado a culturas a lo largo de la historia, trascendiendo barreras geográficas y temporales.
La influencia de la música en el cerebro y las respuestas fisiológicas ha llevado a explorar las razones científicas que respaldan la idea de escuchar música durante el acto sexual. En la siguiente nota, te contamos todos los detalles.
De acuerdo a una publicación del sitio web Univision, estos son los beneficios de escuchar música en el acto sexual:
Al escuchar con total atención a tu artista preferido o al sumergirte en la dicha durante un concierto o festival. Esto se debe a que la música estimula regiones cerebrales vinculadas al placer, como el sistema límbico, incrementando así la sensación de satisfacción de manera similar a como ocurre durante el acto sexual.
Estas áreas cerebrales activadas generan hormonas que inducen sensaciones placenteras, como la dopamina, la oxitocina y los opioides endógenos. Cuando se comparte este momento musical con tu pareja, puede fortalecer los lazos emocionales, proporcionando una sensación de unión, felicidad y comodidad mutua.
Según Daniel J. Levitin, un renombrado experto en neurociencia, en su obra "This Is Your Brain on Music", señala que al escuchar música a un volumen alto junto a otra persona, las neuronas de ambos se activan sincrónicamente, generando un ritmo común que fortalece la conexión emocional y estrecha los lazos entre ellos.
La música puede ejercer una influencia significativa en el ámbito sexual al reducir la ansiedad, impulsar la confianza y facilitar formas de expresión más allá de las palabras.
Esta capacidad para disminuir el estrés se revela como una herramienta eficaz para prevenir problemas sexuales, como la disfunción eréctil o la dificultad para alcanzar el orgasmo.
Con una selección musical adecuada, tú y tu pareja pueden sumergirse plenamente en el momento sin preocupaciones, centrándose en disfrutar de la experiencia.
La música no se limita a ser un acompañamiento sonoro durante el acto sexual; más bien, constituye una herramienta para intensificar la intimidad. Experimentar libertad y comodidad en el entorno contribuirá a que disfrutes aún más de los momentos de silencio y de los preliminares.
La presencia de música durante el acto sexual puede contribuir a generar una sensación de seguridad mutua. Según el Dr. David W. Wahl, esta práctica tiene el potencial de mitigar la ansiedad, sirviendo como distracción de pensamientos negativos relacionados con la apariencia corporal o el rendimiento.
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Seleccionar las canciones apropiadas puede resultar fundamental. Es crucial considerar el ritmo, el género y la atmósfera que se desea establecer. Hay parejas que optan por melodías pausadas y sensuales, mientras que otras prefieren ritmos más acelerados y enérgicos durante sus encuentros íntimos.
Las parejas que disfrutan de música a un volumen elevado experimentan un aumento del 67% en la frecuencia de sus encuentros íntimos en comparación con aquellas que no comparten la experiencia de escuchar música juntas.
La presencia de música durante la actividad sexual no solo intensifica la excitación física, sino que también puede contribuir al aumento de la excitación emocional, mejorando así completamente la experiencia sexual en su totalidad.
Periodista especializado en actualidad, vida y deportes. Bachiller en Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Redactor en El Popular. Interesado en temas relacionados como economía, coyuntura nacional e internacional, trucos caseros y educación.