No existe una regla que diga que todos deban vivir su sexualidad de la misma manera. Y es que el sexo tiene todo un abanico de formas de manifestarse y gozarse, ya sea en solitario, pareja o grupo.
Es por ello, que no debe sorprendernos si algunas personas se hacen afines a fetiches sexuales. Estos son objetos que despiertan un sentimiento erótico en la persona y los estimula sexualmente.
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Aunque se considera a la mayoría de los fetiches sexuales inofensivos, hay algunos que son muy extraño. Presta atención.
1. Es normal sentirse atraído por el físico de una persona, sin embargo, cuando hay una atracción sexual por una sola parte del cuerpo (ignorando el resto), estamos hablando de Parcialismo.
En esta categoría, el fetiche más conocido es la excitación por los pies, o Podofilia. Sin embargo, existen muchos otros como, por ejemplo, la Otofilia, la excitación sexual por besar y lamer las orejas
2. Los vampiros han sufrido una evolución de su imagen a través de los siglos, hasta llegar a ser referentes de erotismo. Sin embargo, la practica vampírica de beber sangre se ha convertido en un fetiche sexual llamada Hematofilia.
Estos juegos de sangre van desde hacer pequeñas incisiones en la piel de la pareja para beber su sangre, hasta derramar sangre sobre el cuerpo de la otra persona.
Este peligroso fetiche se ve más en personas afines a las practicas BDSM, siglas de Bondage, Disciplina, Dominación y Sumisión, Sadismo y Masoquismo.
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3. Sinforofilia, de seguro no habías escuchado ese término antes y con razón porque es un fetiche sexual muy extraño que tiene que ver con la excitación al presenciar o ser parte de algún accidente de tránsito.
Este fetiche sexual se expande también a las amputaciones y daños provocados por la colisión. En la película de 1996, Crash, se recrea una situación de Sinforofilia.
4. Que tu pareja se ponga a llorar mientras tienen sexo es un signo preocupante para muchas personas, sin embargo, aquellos que experimentan la Dacrifilia, se siente más excitados sexualmente cuando esto sucede.
Aunque parezca una parafilia sencilla, en realidad es muy peligrosa, porque si nos ponemos a pensar los violadores sexuales son los que disfrutan al ver las expresiones de terror, miedo y suplicas de sus víctimas en medio del llanto.
Asimismo, esta práctica es muy frecuente en relaciones sado – masoquista donde, los Amos/as sienten placer cuando sus esclavos lloran por ellos/as.
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