Si te interesa practicar el sexo anal, por curiosidad o para complacer a tu pareja, pero temes sentir mucho dolor, continua leyendo y ponlo en practica las tres poses para disfrutarlo sin molestias.
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1. Abrazaditos y en cucharita
Perfecta para iniciarse en el sexo anal. Acostados en la cama, tu pareja puede estimular diversas partes de tu cuerpo como los senos o el clítoris, además de besar tu cuello o nuca, mientras te penetra suavemente. La combinación de sensaciones te relajará y podrás disfrutarlo.
Si tu temor es que tu pareja te penetre muy fuertemente, entonces practica esta pose. Sienta a tu pareja en una silla y luego siéntate tu sobre él. Tú controlas el ritmo y profundidad de penetración. Hacerlo sentado te dará muchos de apoyo como sujetarte de sus hombros.
Para hacerla la mujer tiene que estar acostado a lo largo de la cama, justo en el borde. En esa posición eleva sus caderas hacia su pareja que esta de pie. Al estar recostada el cuerpo de la mujer está más relajado y sin tensión, como lo estaría en la pose del perrito.
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Antes de iniciar con el sexo anal, es importante utilizar un lubricante a base de agua, porque la textura viscosa de los lubricantes aceitosos puede resultar incómoda.
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