Rosario Espinoza
Si las mamas presentan algún bulto, hay dolor, calor o irritación y la leche del pezón sale con dificultad estamos ante un cuadro de mastitis.
El ginecólogo Jaime Seminario, de la Clínica Ricardo Palma, explica que la mastitis suele presentarse en las primeras tres semanas tras el trabajo de parto y, sobre todo, en primerizas.
“Los cuadros de ingurgitación y de obstrucción de un conducto lácteo, así como las grietas en el pezón se han considerado hasta ahora los principales factores predisponentes a la mastitis”, refiere el especialista.
Pero si las bacterias implicadas en la mastitis tienen capacidad por sí solas para provocar dicha obstrucción, se comienza a considerar a tales problemas como manifestaciones de la propia mastitis.
Cabe precisar que la mastitis es la inflamación de uno o varios lóbulos de la glándula mamaria acompañada o no de infección en el seno que se origina cuando aparecen unas bacterias, denominadas estreptococos y estafilococos que invaden los conductos de la leche o ingresan por las grietas.
“Si hay una mala técnica al dar pecho, un mal agarre del niño, succión ineficaz o restricción en la frecuencia o duración de las tomas, esto sumado a grietas en el pezón puede provocar infección”, agrega el doctor.
Por eso es muy importante que las madres conozcan el manejo eficaz de la lactancia.
No obstante, es fundamental que la madre continúe con la lactancia mientras se cura de la infección, pues es necesario que el bebé se alimente y que la leche siga su curso natural, previniendo así las acumulaciones.
Si el bebé no consigue vaciar el pecho, es recomendable hacerlo con un extractor de leche; y si el dolor es muy intenso al amamantar, puede extraer la leche y dársela después al niño.
En relación a la seguridad del bebé no debe existir preocupación.
La leche materna es muy rica en anticuerpos y sustancias antibacterianas.
Además, la acidez del estómago del bebé se encarga de destruir las bacterias y toxinas que sean ingeridas.
Para llevar a cabo un tratamiento se necesita una evaluación médica, ya que de ello depende las indicaciones para recetar los antibióticos (opcional), los analgésicos y realizar las instrucciones particulares, dependiendo del caso.
La medida más efectiva para solucionar este problema es vaciar completamente los senos con regularidad. Igualmente, se recomienda tomar abundante líquido y utilizar medicamentos para controlar el dolor y la fiebre.
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