Las verrugas genitales son una enfermedad de transmisión sexual altamente contagiosa causada por el virus del papiloma humano (VPH), las cuales afectan considerablemente la calidad de vida de las personas infectadas.
“No existe cura para dicho virus, solo existen tratamientos que ayudan a contrarrestar los síntomas por un tiempo determinado”, indicó la doctora Magaly Blas, especialista en Salud Pública de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.
Por ello, las mujeres embarazadas que tienen el VPH pueden transmitir este virus a su hijo durante el parto. Se corre el riesgo de contagio, incluso después del alumbramiento, ya que se puede transmitir el virus durante el contacto piel a piel con su niño.
“Algunas mujeres embarazadas infectadas con el VPH descubren que los síntomas de sus verrugas genitales empeoran durante el embarazo, además durante la gestación las opciones de tratamiento para las verrugas son más limitadas, pues algunos medicamentos que se usan para tratarlas pueden provocar daños en el bebé”, sostuvo Blas.
Por eso es muy importante que la mujer prevenga la infección por VPH a temprana edad mediante la vacunación, que es recomendable a partir de los 9 años, además de los chequeos preventivos.
PREVENIR DESDE LA NIÑEZ
Con el objetivo de generar una cultura de prevención, el Estado peruano através del Ministerio de Salud está visitando los colegios públicos y privados en todo el país para aplicar de manera gratuita la vacuna para prevenir el cáncer de cuello uterino y las verrugas genitales a todas las niñas que se encuentran en el quinto y sexto grado de primaria. En caso el Ministerio de Salud no programe la visita al centro educativo, los padres podrán acercarse junto con sus hijas, llevando el DNI de la menor, al centro de salud más cercano para poder vacunarlas. Con todas estas recomendaciones la mujer podrá llevar un embarazo sin mayores riesgos.
PELIGROS EN EL BEBÉ Y LA MAMÁ
–Contagio madre-hijo: Las gestantes con estas verrugas tienen el riesgo de contagiar al bebé en el parto, lo que podría generar la aparición de verrugas en la garganta o boca del recién nacido. Y aún si la madre diera a luz por cesárea existe la posibilidad de transmisión del virus.
–Crecimiento acelerado de las verrugas genitales: Durante el embarazo, las defensas del sistema inmune de la madre disminuyen dejándola más vulnerable ante la posibilidad del crecimiento de las verrugas genitales. Esto puede hacer que las verrugas puedan crecer más, incluso llegan a ser tan grandes que bloquean el canal del parto y el alumbramiento es imposible.
–Ardor y picazón: Los cambios hormonales en el embarazo ocasionarán que las verrugas genitales causen ardor y picazón, inclusive sangrado.
–Sangrado excesivo en el parto: En un alumbramiento natural, las verrugas podrían comenzar a sangrar cuando el bebé pase por el canal del parto, poniendo en peligro la vida de la madre y el niño.
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