Pequeño o grande, de raza o chusco. Tener un perro no solo puede ser una buena compañía para tu niño. Una mascota también le puede aportar grandes beneficios como hacerlo más feliz, seguro y sociable.
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“Tener un perro ayuda al desarrollo cognitivo, social y emocional de los niños. Les da el sentido de responsabilidad, es decir, de brindar cuidado, cariño y atención a su mascota”, explica Liliana Tuñoque, psicoterapeuta de la clínica Internacional.
Expertos aseguran que los niños que conviven con perros tienen la autoestima más alta, producen endorfina y aprenden valores como el amor y la amistad.
“Tener un perro en casa le enseña a los niños a ser tolerantes, pacientes, a tener empatía y ser más sociables”, dice Tuñoque.
Pero la cosa no queda ahí. A los niños con autismo también les hace bien. Diversos estudios demostraron que las terapias asistidas con perros mejoraron sus áreas críticas como la concentración y atención.
Por eso, si algún día tu hijo te pide un perro y puedes dárselo, no lo dudes. Harás de él un niño más feliz y saludable.
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