Pokémon Go: Claves para reconocer a un adicto

Pilar Cuya G. 

El juego más popular entre los escolares, como es el Pokémon Go, puede terminar siendo adictivo en algunos casos, por eso es importante conocer los signos de alerta de esta dependencia en los niños. 

Carla Berríos, psicoterapeuta del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima, indica que los niños que forman parte de una familia disfuncional son más propensos a desarrollar una adicción como esta. 

“También se puede dar en familias constituidas con padres juntos pero con porblemas en casa”, agrega. 

Este tipo de niños con problemas de autoestima, dice Berríos,  necesitan evadir la realidad y entran en este juego. 

Los signos más alarmantes de un niño con adicción es que no pueden dejar de jugar y presentar cambios de conducta, es decir, pueden agredir a otro niño, ya que se vuelven ansiosos e irritables. 

La psicoterapeuta de niños y adolescentes comenta que estos niños tienen problemas en el colegio como dificultad para concentrarse en clases y bajo rendimiento escolar.

LABOR DE LOS PADRES

La especialista del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima recomienda a los padres establecer límites y reglas claras con respecto al tiempo y el lugar donde van a estar sus pequeños. “Deben poner reglas porque la idea es que salgan a jugar a lugares seguros y en un tiempo determinado después de hacer su tareas, debe ser un acuerdo entre padres e hijos”, recomienda. Los adultos pueden buscar actividades adicionales que generen satisfacción en los niños.  Por ejemplo, si su motivación es la competencia entonces puede practicar una actividad de competencia, culmina Berríos.

ADICCIÓN A POKÉMON GO

Estos son los signos de un niño con adicción:  1. Cuando un niño prioriza esta actividad de cazar pokemones como algo más importante que comer o compartir tiempo con sus amigos. 2. Su estado de ánimo se ve afectado según esta actividad, es decir, puede estar de mal humor todo el día porque no puede cazar pokemones. 3. Cada de vez aumenta las horas que le dedica al juego.  4. El niño se queda absorto en el juego y no atiende el entorno.  5. Se aísla de todo para jugar. Respecto a esto, la psicóloga Berríos dice que este puede generar dos cosas: una a favor, porque puede vincularse con otros niños que juegan lo mismo, y dos, el aspecto negativo es que ya no pasan tiempo con sus amigos.